Fomento asegura que el barrio de la Embajada sufrirá menos ruido con la ampliación
Julián Moreno, portavoz de la Asociación Pijamas en Acción, que reúne a decenas de vecinos del llamado barrio de la Embajada, una zona de Barajas cercana al aeropuerto, acusó ayer a Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA) de incumplir la Declaración de Impacto Ambiental firmada en 2001. "Las ampliaciones de Barajas en el Dique Sur [plataformas donde aparcan los aviones situados al sur del aeropuerto] han colocado las aeronaves a un tiro de piedra de nuestras viviendas", protestó Moreno. AENA, dependiente del Ministerio de Fomento, replicó que la ampliación reducirá el ruido de aviones precisamente en ese barrio.
"AENA no cumple la declaración de impacto. Dice que el Dique Sur tiene que estar lo suficientemente alejado de cualquier núcleo de población urbana, y está a 125 metros de nuestras casas", afirmó Moreno. El portavoz vecinal asegura que los medidores de ruido instalados en los tejados de las viviendas registran entre 80 y 90 decibelios por la noche, cuando el máximo legal es de 45.
Moreno también criticó el modelo de ampliación del aeropuerto, que ha obligado a modificar el cauce del río Jarama, se ha establecido en una zona "peligrosamente cercana a la sierra de Guadarrama" y "obliga a la desaparición de todo un pueblo [en referencia a la pedanía de Belvis de Paracuellos]".
Dos rampas menos
Un portavoz de AENA replicó que a través de la Comisión de Seguimiento, en la que están presentes diversas administraciones públicas, se ha cumplido "escrupulosamente" la Declaración de Impacto Ambiental. Y aseguró que "los vecinos de La Embajada tan sólo tienen que esperar hasta el próximo domingo [día en que se abrirá la nueva terminal]" para comprobar cómo su situación va a mejorar sustancialmente.
"La declaración nos obliga a que, en el momento en el que se abran las nuevas pistas, cerremos por las noches las rampas cinco y seis, que se encuentran en el Dique Sur; pues bien, eso ocurrirá el domingo". El mismo portavoz recalcó que por las noches sólo quedará en funcionamiento la rampa siete, que se encuentra en una zona mucho más alejada de las viviendas afectadas por el ruido de los aviones.
El director de Aeropuertos Españoles, Javier Marín, ya se refirió el pasado día 26 a las quejas por los ruidos de los vecinos de Belvis. El directivo explicó que esta pedanía de 300 habitantes está incluida en la Declaración de Impacto Ambiental, por lo que ya se han insonorizado viviendas y se ha adoptado otro tipo de medidas para compensar a sus habitantes por el ruido que causa el aeropuerto.
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