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Reportaje:

Un primer paso de envergadura

Enarsa explorará en aguas profundas argentinas, junto a Repsol, Petrobras y Ancap

Alejandro Rebossio

Energía Argentina, SA (Enarsa), la nueva petrolera estatal de este país, que privatizó YPF en 1993, no supondrá un rival para Repsol YPF, sino un socio estratégico. Un año y medio después de que el presidente argentino, Néstor Kirchner, anunciara su creación, Enarsa dio este mes su primer paso de envergadura al acordar con la empresa española, la brasileña Petrobras y la uruguaya Ancap la exploración a partir de marzo de un campo en aguas profundas del Mar Argentino, en las que nunca se encontró petróleo o gas.

Enarsa se creó para que el Estado argentino se quedara con más tajada de la renta petrolera y para intervenir en el mercado de combustibles
Repsol YPF calcula que la exploración del área en aguas profundas demandará una inversión de entre 40 millones y 100 millones de dólares

Repsol, que adquirió YPF en 1999, y la firma estatal argentina también sellaron un acuerdo estratégico para la prospección de todos sus bloques en la plataforma continental del país suramericano. Repsol YPF calcula que la exploración del área en aguas profundas -entre 1.200 y 1.500 metros de profundidad y cerca de la frontera marítima de Argentina, a 200 millas de la costa- demandará una inversión de entre 40 millones y 100 millones de dólares.

El consorcio que actuará en este campo de 35.000 kilómetros cuadrados, situado en la cuenca Colorado Marina, está compuesto por la compañía española (35% y operadora), Enarsa (35%), la público-privada Petrobras (25%) y la estatal Ancap (5%).

La petrolera argentina, cuyos únicos activos son todas las áreas no concesionadas del Mar Argentino, aportó al proyecto dos de ellas y sólo desembolsará su parte de la inversión en el caso de que los estudios sísmicos y la perforación de pozos -prevista para el ejercicio de 2008- demuestren que existen suficientes hidrocarburos como para iniciar las etapas de desarrollo y explotación.

Alto riesgo

El alto riesgo de este tipo de iniciativa correrá por cuenta de Repsol YPF, que aporta el 90% de un tercer campo, donde ya hizo investigaciones en 2001; Ancap, propietaria del 10% restante, y Petrobras, reconocida en todo el mundo por la experiencia y el dominio de la sofisticada tecnología para trabajar en aguas profundas.

El gerente de planeamiento de exploración y producción de Petrobras, Gustavo Amaral, prevé que en cinco o seis años, en el mejor de los casos, el proyecto comience a producir petróleo o gas. El problema radica en que analistas del sector, como Mario Guaragna o Daniel Montamat, advierten que antes de que finalice el año 2010 Argentina necesitará importar crudo, dada la constante caída de la actividad exploratoria desde 1998. Si la exploración resulta un éxito, la inversión total en el campo de Colorada Marina superará los 2.000 millones de dólares, según Repsol YPF.

"Será el primer intento por recuperar la renta petrolera", se entusiasmó el ministro de Planificación, Julio de Vido, el pasado día 11, cuando anunció el acuerdo en compañía del director general de Repsol YPF para Argentina, Brasil y Bolivia, Enrique Locutura, y representantes de las otras empresas firmantes. De Vido también calificó de "histórico" que "Argentina pase a tener exploración en aguas profundas".

Enarsa fue creada para que el Estado argentino se quedara con una mayor tajada de la renta petrolera y para intervenir en el mercado de combustibles, aunque hasta hace poco sólo había sellado un acuerdo con la también estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA) que derivó en la apertura de una gasolinera. Luego del acuerdo con Repsol YPF, Enarsa firmó uno con PDVSA para cooperar en la exploración de campos en la franja del Orinoco, en Venezuela, y en el golfo San Jorge, en la Patagonia argentina.

Enarsa y Repsol YPF rubricaron el día 11 otro acuerdo estratégico por diez años para buscar alternativas de asociación en áreas del off shore (en el mar) argentino que sean 100% de una u otra empresa y que estén situadas en tres extensas zonas: el talud (vertiente submarina que desciende desde el borde de la plataforma continental hasta profundidades de 2.000 metros), que se extiende desde la frontera con Uruguay hasta las islas Malvinas; el golfo San Jorge y la Cuenca Austral, que comenzará a perforarse este año.

El convenio permite que Enarsa se asocie con otras empresas para explorar algunos de sus campos, pero Repsol YPF contará con la posibilidad de mejorar las ofertas que le formulen. Las firmas española y argentina crearán equipos de trabajo, invertirán en el reconocimiento de bloques, los explorarán y, en el caso de lograr descubrimientos, los desarrollarán. "Cuando hablamos de exploración, estamos convencidos de que en el golfo San Jorge hay petróleo y en la Cuenca Austral, gas", declaró Locutura.

Repsol YPF invirtió en exploración off shore en Argentina 68 millones de dólares entre 1999 y el año pasado. Planea apostar 207 millones entre 2006 y 2009.

"La creación de Enarsa fue un hecho político, tras la privatización de YPF", opina Guaragna, de Strat Consulting. "Que no haya habido antes exploración off shore no es fruto de un complot, sino de que no había incentivos suficientes. Ahora no hay un marco estable y transparente y se basa todo en la negociación con Enarsa", añadió el ex subsecretario de Obras Públicas del Gobierno de Carlos Menem (1989-1999), periodo en el que se decidió la oferta pública de YPF y después, la venta a Repsol.

Aporte del Estado

El especialista Fernando Calleja considera, en cambio, que el debut de Enarsa es positivo: "Me parece bárbaro, pero los resultados se verán en cinco o siete años. No se arregla la escasez inmediata. Además me pregunto: ¿si Enarsa no opera el área, cómo la controlará?".

Montamat, ex secretario de Energía del Gobierno de Fernando de la Rúa (1999-2001), traza un horizonte de producción más lejano, de hasta ocho años, y coincide con Calleja en preguntarse de dónde obtendrá Enarsa los recursos cuando deba desembolsarlos. Necesitará un aporte del Estado, un crédito o vender algo de su participación.

Montamat recomienda que Argentina dé prioridad a la continuidad de la exploración en tierra, donde las operaciones resultan menos onerosas, pero las perforaciones de pozos no superan las veinte, cuando se requerirían seis veces más. Repsol YPF se reivindica como una de las pocas petroleras que están invirtiendo en on shore. Precisamente, el lunes pasado rubricó un acuerdo con la provincia sureña de Tierra del Fuego para promover la exploración y la explotación en las áreas que pertenecen a ese Estado.

Julio de Vido, ministro de Planificación de Argentina.
Julio de Vido, ministro de Planificación de Argentina.MANUEL ESCALERA

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