Los héroes del barrio

Nos guardan la barra de pan debajo del mostrador cuando alguna mañana no nos da tiempo a bajar a por ella. Se acuerdan de separar el DVD que nos falta en la promoción de turno. Nos hacen un remiendo en los zapatos que necesitamos para el día siguiente. Están a la vuelta de la esquina. Pero cada vez hay menos.

Madrid es la comunidad autónoma con los horarios comerciales más amplios. Los establecimientos pueden abrir 20 domingos al año, frente a otras comunidades como Cataluña, en la que el límite está en ocho. Con un buen equipo de empleados, eso es negocio. Pero solos al frente del comercio familiar, supone la ruina. Padres, madres e hijos se turnan detrás del mostrador para hacer frente a los grandes. La región tiene más de dos millones de metros cuadrados de grandes centros comerciales (grandes almacenes, complejos de ocio, los llamados multicentros), sin contar hipermercados. Sólo en Madrid y la corona metropolitana hay 34 enormes infraestructuras de este tipo.

En los últimos cinco años, la Comunidad ha pasado de tener casi 56.000 comercios minoristas con menos de seis asalariados a los más de 60.500 que había en 2005, según un informe del Ministerio de Comercio. Pero, dado que muchos de estos nuevos negocios son franquicias, esta cifra puede resultar engañosa. "Donde antes había una panadería o una frutería, ahora hay una tienda de móviles", explica Salvador Bellido, presidente de la Confederación de Pequeñas y Medianas Empresas (Copyme). Además, el aumento de licencias es proporcionalmente escaso respecto al aumento de la población en la región (un millón de nuevos habitantes).

La densidad comercial ha descendido en los últimos 10 años: de haber 14,79 establecimientos por cada 1.000 habitantes ha pasado a 13,73, según un reciente informe que ha elaborado Copyme. Con estos datos, Madrid es la comunidad con una proporción menor de pequeño comercio que, pese a todo, resiste las acometidas de los grandes centros comerciales. Ricardo Lage, secretario general de la confederación de comerciantes y autónomos Cecoma, considera, sin embargo, que "el Gobierno regional y el municipal han apostado claramente por el avance del comercio", asegura. Entre las iniciativas del Ayuntamiento, Lage cita la señalización de comercios afectados por las obras, las ayudas a áreas con problemas especiales -como el plan de reactivación de Azca, zona afectada por el incendio del edificio Windsor- o la búsqueda de una ubicación adecuada para el mercado de Tetuán.

Éste es el testimonio de cinco personas que, de momento, le han ganado la partida al progreso, a los horarios infinitos y al ocaso de su oficio. ¿Hasta cuándo?