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Reportaje:Pacto por la educación

La ampliación de horario y la gratuidad centran el pacto escolar

La Generalitat busca un acuerdo con los centros y los sindicatos sobre los días de apertura de los colegios y la sexta hora en la primaria pública

Algunos profesores critican que no se haya hecho un diagnóstico previo de los resultados de los que se parte para afrontar el pacto, que no son muy halagüeños. El 28% de los jóvenes catalanes de entre 18 y 24 años no logran acabar la secundaria a los 16 años, porcentaje similar al del conjunto español, que es del 29%. Las cuestiones que deben negociar Generalitat, sindicatos, padres y escuelas concertadas son muchos. Algunas medidas podrían aplicarse el próximo curso. Éstos son los temas más importantes.

- Más días de colegio. Se busca que las escuelas estén abiertas 11 meses al año. No para impartir más materia, sino para que los alumnos desarrollen actividades socioeducativas. El Departamento de Educación ha incluido esta propuesta y queda pendiente de concretar cómo llevará a la práctica. En su última propuesta de pacto, fechada el 19 de enero, Educación propone abrir las escuelas "a primeros de septiembre, a finales de junio y en julio". En la práctica, muchas escuelas ya permanecen abiertas más días de los lectivos, pero son los padres y algunos ayuntamientos quienes sufragan el coste de los monitores que se contratan para esos días. La novedad es que la Generalitat está dispuesta a asumir una parte del coste que pagan los padres. Propone dar "una línea de ayudas para garantizar la participación del alumnado de familias con menos recursos".

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ESCUELA CON BARRACONES

- Empezar antes el curso.

Se pretende que el curso escolar empiece siempre en lunes en la segunda decena de septiembre. Hasta ahora acostumbraba a empezar el día 15, con independencia del día de la semana en que cayera esta fecha. El año pasado fue el primero en que el curso empezó en lunes, en concreto el día 12. Este año el lunes coincide con la Diada, el 11 de septiembre, y el curso podría empezar el día 12, martes.

- Sexta hora de clase en la prima ria pública. Generalitat, padres y sindicatos discuten cómo impartir una sexta hora de clase diaria en la primaria pública. Se pretende igualar el número de horas con la concertada, que ya da seis desde hace dos décadas. En total, un alumno de la pública recibe en primaria 1.050 horas menos de clase en los seis años que dura esta etapa que otro de la concertada. Esta sexta hora será para actividades docentes de refuerzo. Los padres aplauden la medida. Los sindicatos están a la expectativa de cómo avanza el pacto. La afirmación de la consejera de Educación, Marta Cid, de que habrá sexta hora haya o no pacto ha molestado a los sindicatos, que quieren saber cómo se aplicará la medida en cada centro. "Hace años que lo pedimos porque aumentará la calidad de la enseñanza", asegura el presidente de la Federación de Asociaciones de Madres y Padres de Alumnos de Cataluña (FAPAC), Joan Jordi Rosell.

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- Aumento de plantillas. La sexta hora de clase en la primaria pública implicará contratar más maestros, ya que el profesorado no aumentará su horario lectivo, hoy de 25 horas a la semana, además de otras cinco de actividades docentes en el centro. Está previsto también que los maestros reduzcan su horario de clases en dos horas semanales hasta 2008 y aumentar el horario no lectivo en estas dos horas. Para afrontar esta reducción del horario de clases será necesario contratar a otro millar de maestros el curso que viene. La Generalitat anuncia que para aplicar la sexta hora contratará a 2.500 maestos a partir del curso próximo. El coste de esta medida rondará los 60 millones de euros al año, según cálculos de la Generalitat. Los sindicatos CC OO, USTEC y UGT quieren que se les asegure que con este cambio los centros no resultarán perjudicados en su organización.

- Acogida de inmigrantes. La escuela pública acoge ahora a la mayor parte de los inmigrantes. Para corregir el desequilibrio, la Generalitat está dispuesta a aportar más fondos a los centros concertados para financiar la escolarización de alumnos procedentes del extranjero, que suelen tener más problemas.

- Cuotas de las familias y gratuidad. Es uno de los temas espinosos para firmar el pacto. Muchas familias no sólo pagan por la sexta en la escuela concertada, sino que también satisfacen algunas cuotas por otras actividades que ofrecen estos centros. Pero cuando la escuela pública dé tambien esa sexta hora, la concertada no podrá cobrar por ella a los padres, ya que estos centros reciben fondos públicos y, a igualdad de horario, no podrán hacerlo. Las familias podrán ahorrar hasta 60 euros mensuales por hijo, que es el coste máximo autorizado por la sexta hora de clase. La Generalitat ofrece a los centros firmar contratos programa para darles más ayudas, pero a cambio de que dejen de cobrar cuotas a las familias. Pero a tenor de la propuesta de la Generalitat, la gratuidad llegará en varios años. El propósito es empezar la gratuidad el curso próximo en una veintena de centros concertados, aquellos con mayores problemas de escolarización de inmigrantes con bajos recursos y los situados en zonas con menos renta. Aun así, los contratos programa que exigirán la gratuidad a la concertada serán voluntarios para los centros.

- Conciertos con las escuelas privadas. Los centros concertados se quejan de que el dinero que reciben ahora a través de los conciertos no cubre los gastos reales. Ahora la Generalitat paga por los profesores y por los gastos de funcionamiento de las escuelas. Los centros de la fundación Escuela Cristiana piden fondos adicionales para el mantenimiento de las instalaciones. El tema es polémico. Los sindicatos se oponen a que se paguen amortizaciones o puesta al día de activos privados con dinero público. La Generalitat dará una respuesta en los próximos días.

- Diferencias sobre la autonomía de los centros. Los sindicatos han planteado sus reticencias a que las escuelas mejoren su autonomía, como proyecta la Generalitat y defienden algunas organizaciones de directivos de centros, como Axia, que agrupa a 200 docentes. Se trataría de que los centros pudieran destinar recursos a algunas actividades y de que la dirección pudiera contratar a algunos de los profesores, según su idoneidad, para impartir determinadas materias. No hay un acuerdo total sobre este punto. USTEC está en contra. Si se acota el alcance de la medida, CC OO y UGT afirman que no se opondrán a ella.

¿Alforjas llenas o vacías?

El pacto nacional por la educación se está retrasando más de lo previsto. El Departamento de Educación no quiere más dilaciones y pretende cerrarlo a mediados de febrero. El pasado octubre, la patronal Escuelas Cristianas pidió que se suspendieran las negociaciones hasta que acabara el trámite de la Ley Orgánica de Educación (LOE) en el Congreso.

Ahora los contactos se han reanudado, aunque el trámite de la LOE no está agotado -el proyecto de ley aún debe acabar su trámite en el Senado y volver al Congreso para su ratificación-. Pero no está resultando fácil aunar las demandas de los tres pilares del pacto: los sindicatos, que representan a los profesores; los padres, y los representantes de la escuela concertada, financiada con fondos públicos.

Tras meses de encuentros entre los sindicatos, hay coincidencia en que la consejera Marta Cid no puede permitirse que el pacto no vea la luz y volver de este viaje con las alforjas vacías, sobre todo teniendo en cuenta que es unos de los compromisos del Pacto del Tinell, que alumbró al Gobierno tripartito y que serviría de base a una ley catalana de educación.

La semana pasada, las negociaciones avanzaron tímidamente. Pero falta acordar temas peliagudos: la autonomía de los centros; la sexta hora, que prepocupa a los sindicatos; el dinero de los conciertos, y el contrato programa, que interesa a la escuela concertada.

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