A Esperanza Aguirre

Estimada presidenta de seis millones de ciudadanos de la Comunidad de Madrid: mi hijo recibió recientemente una carta personalizada en la que usted se dirigía a él como a un amigo y le comunicaba la construcción de un hospital en Majadahonda con numerosas novedades y avances tecnológicos, entre ellos una cámara de tomografía por emisión de positrones.

Mi hijo padece una enfermedad diagnosticada como esquizofrenia paranoide de larga evolución. El Centro Base número 6 de atención a personas con discapacidad de la Comunidad de Madrid le reconoció el grado de 65% de minusvalía en 2001.

Recibe atención psiquiátrica (una vez cada 30 o 45 días), así como terapia farmacológica. Recibe una pensión de orfandad, por la defunción de su padre, desde octubre de 2002. No tiene hermanos y su madre trabaja.

En la carta referida no hace mención alguna a la atención de los enfermos mentales. Una vez recibida la atención del psiquiatra y las medicinas que atenúan sus síntomas, mi hijo queda en situación de abandono social debido a la escasez de recursos de la red sanitaria de la Comunidad de Madrid en lo que se refiere a estos enfermos. Así lo testifican los profesionales del centro de salud mental de Majadahonda.

Estos enfermos necesitan apoyo para recuperar hábitos domésticos y autonomía personal que, debido a su enfermedad, van perdiendo paulatinamente. Apoyo y dedicación que difícilmente puede aportar la familia, máxime cuando sólo cuenta con su madre.

Los informes de los especialistas concluyen que la inserción social de estos enfermos reduce los síntomas negativos, incluyendo en algunos casos la inserción laboral.

No obstante todo lo anterior, le felicito por sus esfuerzos en ofrecer a los ciudadanos de la Comunidad de Madrid los mejores y más novedosos recursos sanitarios, esperando que, en algún momento, enfermos como mi hijo puedan disfrutar de las atenciones sociales que tanto necesitan debido a su enfermedad.