Polémica condena a los crímenes del comunismo
En la puerta de la sede del Consejo de Europa en Estrasburgo, militantes de un partido comunista kurdo exhibían ayer banderas rojas con una pancarta en la que podía leerse: "El comunismo no es un delito, es libertad para la humanidad". Enfrente, miembros del movimiento espiritual Falung Gong, perseguido en China, exigían la "condena de los crímenes del totalitarismo comunista". Esto es sólo una parte del revuelo que ha organizado la propuesta sobre "la necesidad de una condena internacional de los crímenes de los regímenes comunistas", que será presentada hoy ante la Asamblea Plenaria del Consejo.
Varios partidos comunistas europeos han convocado una manifestación en Estrasburgo, ya que consideran que el documento, redactado por Göran Lindblad, un parlamentario sueco del Grupo Popular, es "un ataque violento contra la historia". Mientras tanto, el Consejo intenta quitar hierro, y sobre todo ideología, al asunto. "No es un debate sobre el comunismo, ni una condena de esta idea. El objetivo es adoptar una posición política, algo que ya hemos hecho con los nazis, con Franco, con Pinochet", aseguró el presidente de la Asamblea, Réné van der Linden. "Los regímenes comunistas cometieron crímenes y no puedo entender que algo que ocurrió en el pasado provoque una polémica tan intensa", dijo.
El informe de Lindblad, aprobado ya en comisión y que tiene muchas posibilidades de ser suscrito casi en su integridad por el pleno, recomienda a los países miembros del Consejo de Europa que estuvieron en el bloque soviético que creen un día conmemorativo de los crímenes "de los sistemas comunistas totalitarios", y pide al comité de ministros del Consejo que promueva una campaña de sensibilización y "una revisión de los manuales escolares".
"Todavía hay regímenes comunistas, y una condena internacional reforzará la credibilidad de la oposición interna en esos países", declaró ayer Lindblad a la prensa francesa. Para la sesión de esta tarde, 46 parlamentarios de un total de 315 han pedido la palabra. Aunque han transcurrido más de 15 años desde la caída del Muro de Berlín, el pasado sigue siendo un tema muy delicado en los antiguos países del Este. Pero, en muchos países de Europa occidental, los partidos comunistas simbolizan la lucha contra el fascismo. Por este motivo, el compositor griego Mikis Theodorakis, a pesar de haber roto con el comunismo en los años noventa, calificó en declaraciones a Le Monde de "vergonzosa" la propuesta.
La Cámara también tiene previsto ratificar, en este caso mañana, un informe sobre el concepto del término nación en las constituciones europeas, ya aprobado en comisión, y que no ha provocado polémica. El documento, redactado por un parlamentario de la minoría húngara de Rumania, Györy Frunda, mantiene que las dos definiciones vigentes -nación como Estado y nación como conjunto de personas que comparten una cultura o una lengua- deben ser defendidas en las legislaciones de los Estados.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.