Un domingo al teléfono

Manuel Chaves vivió pegado a un teléfono desde la tarde del sábado hasta gran parte de la jornada del pasado domingo. El presidente andaluz y de la comisión ejecutiva federal del PSOE habló con todos y cada uno de los presidentes autonómicos socialistas y con los secretarios regionales de su partido para informarles del acuerdo alcanzado entre el Gobierno y CiU. Según fuentes socialistas, Chaves estuvo en contacto con el negociador del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, quien le fue dando cuenta de las propuestas y de las redacciones que se estaban barajando en la Moncloa con el convergente Artur Mas, sobre todo, respecto a cómo iba a quedar recogido en el Estatuto el término nación y la financiación. Una vez cerrado el preacuerdo, Zapatero informó lanoche del sábado a Chaves, quien al día siguiente lo trasladó a los líderes regionales del PSOE con el fin de unificar mensajes defendiendo el acuerdo.

La principal preocupación que le trasladaron a Chaves los barones era la definición de nación. La redacción finalmente acordada dejó muy tranquilos a todos y "más todavía", señalan los medios consultados, cuando no figuraba en el articulado.Los barones socialistas -Juan Carlos Rodríguez Ibarra (Extremadura), Vicente Álvarez Areces (Asturias), Emilio Pérez Touriño (Galicia), Marcelino Iglesias (Aragón), José María Barreda (Castilla-La Mancha), Rafael Simancas (Madrid) y Joan Ignaci Pla (Valencia)- conocían ya por dónde iban la oferta de la financiación, después de que Chaves y el Ministerio de Economía de Pedro Solbes defendieran días antes la cesión del 50% del IRPF y una cifra similar en los impuestos especiales (alcohol, tabaco e hidrocarburos).

El porcentaje que barajó inicialmente el PSOE de cesión a las comunidades autónomas de estos impuestos era del 55%, una cifra que tras la negociación quedó fijada en el 58%.

Chaves conocía desde hace días que la carta que el Gobierno central iba a jugar en la negociación con CiU para mejorar la propuesta de financiación era ampliar la cesión del IVA. De hecho, el día que anuncia en Madrid su propuesta de financiación, el 9 de enero, el presidente andaluz silencia cualquier alusión a una mayor cesión del IVA, un criterio que siempre ha defendido el consejero de Economía, José Antonio Griñán, por tener una evolución mejor para Andalucía, algo que recordó días atrás Izquierda Unida.

Tras el preacuerdo, los socialistas andaluces deberán esforzarse ahora en explicar el compromiso del Gobierno de invertir en Cataluña en función del peso de la economía catalana en el conjunto de España (el 18,5%), cuando la Junta ha defendido siempre que las inversiones estatales deben tener en cuenta, sobre todo, el criterio de la población. La andaluza representa el 17,8% del total.

Todas las cartas

Manuel Chaves avanzó ayer cómo articulará el PSOE su mensaje y afirmó que cuando se habla de solidaridad y de equilibrio "hay que poner todas las cartas sobre la mesa". El presidente andaluz afirmó que Cataluña no recibirá dinero de los Fondos europeos de Cohesión -que irá destinado a las regiones que han salido del Objetivo 1- ni del Fondo de Compensación Interterritorial, mientras que Andalucía "tiene garantizado" hasta 2013 dinero de los Fondos Estructurales, cuya cuantía el propio Zapatero elevó a 12.000 millones de euros.

"No es una casualidad que las inversiones que se comprometen en el Estatuto se correspondan con el periodo 2007-2013. Si el PP está diciendo que Cataluña se lleva 3.000 millones, Andalucía tiene asegurado durante el mismo periodo de tiempo 12.000 millones de euros, sin contar con el FCI y las inversiones del Estado".