Sa Nostra, entre la política y el sindicato

En la caja de Baleares Sa Nostra, los presidentes caen y se designan merced de la presión sindical y la intervención autonómica. Unión Obrera Balear (UOB), sindicato hegemónico entre los 1.500 empleados y que cuenta con uno de los 16 miembros del Consejo de Administración, ha demostrado de nuevo su fuerza derribando al presidente, Llorenç Huguet. A su vez, el Gobierno del PP intervino, tuteló su caída y señaló el nombre del reemplazo, Fernando Alzamora, designado por encima de Miquel Oliver, con gran apoyo interno.

La salida de Huguet es la segunda caída de un presidente en una década forzada por la UOB. En 1996 la censura sindical se llevó por delante a Juan Forcades, dirigente del PP. En otro contexto, en 2002, Miquel Capellá, dimitió al quedar en minoría en el consejo.

En esta ocasión, el consejero de Economía, Luis Ramis, del PP, obligó a Huguet a renunciar minutos antes de su prevista reelección, en las puertas del consejo, tras semanas de boicoteo de la UOB, que le había apoyado. El sindicato es nacionalista y casi exclusivo de la entidad.

Huguet, ex rector de la Universidad de Baleares, ha sido víctima de las denuncias públicas y ante el Banco de España de la plantilla, que le acusó de vulnerar el código ético por percibir un sueldo de 37.500 euros. El cargo de presidente es honorífico según los estatutos y Huguet firmó un contrato con la caja de formación, que no refrendó la asamblea general, ni se detalló en las cuentas.

Desde 1993, en el corazón de la caja y de las crisis permanece como director general de Sa Nostra Pere Batle, un empleado que ascendió y hombre del Gobierno del PP, ajeno a las convulsiones presidenciales y fiascos, y al margen de las críticas sindicales. Ahora Batle indagará al comité de ética que derribó a Huguet porque, según Ramis, "hay dudas razonables sobre su rectitud". El PSOE no se ha pronunciado sobre el control del PP en Sa Nostra.