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Valls acoge una exposición de 4.500 aves, pese a la alarma por la gripe aviar

La ciudad de Valls (Alt Camp) reúne desde ayer y hasta el domingo 4.500 aves provenientes de 400 criadores europeos en la 19 edición del Concurso Internacional de aves de raza. Y lo hace con "normalidad", según la organización, puesto que estas aves no han estado en contacto con otras aves migratorias que pudieran infectarlas con la gripe aviar y han recibido los mimos de criadores dedicados a conservar las diferentes razas de gallinas, tórtolas, patos, ocas o faisanes que se exponen.

"No hemos hecho ningún control específico de la gripe aviar, porque no es necesario", aseguraba ayer Ramon Amenós, criador de aves de Valls y uno de los organizadores del acto. Amenós lanzó un mensaje de tranquilidad absoluta, puesto que tiene la garantía de que las aves expuestas -muchas de ellas venidas desde Alemania o Francia- tienen un buen estado de salud. Así lo acredita la documentación que solicitan a los criadores participantes, que deben aportar documentos oficiales que certifiquen que en los últimos seis meses no han sufrido ninguna infección. "Hasta el 1 de diciembre, mientras duró la época de las migraciones de aves, una directiva europea prohibía este tipo de concentraciones", explicó.

En la misma línea de restar importancia a la alarma creada por la aparición del último brote de gripe aviar se manifestó el consejero de Agricultura, Antoni Siurana, que ayer inauguró el concurso de Valls. "Ferias como ésta deben servir para hacer pedagogía de la normalidad", señaló Siurana.

Alrededor de 40 criadores, procedentes sobre todo de Francia y Holanda, han causado baja en la exhibición vallense, a causa de la burocracia relacionada con las medidas impuestas para evitar cualquier riesgo de expansión de la gripe aviar, según la organización. "No ha sido un año fácil para autorizar esta feria", reconoció Siurana, aunque aseguró que la presencia de los cuatro miles de aves no existe ningún tipo de riesgo. El consejero explicó que, al margen de los certificados de origen de cada ave, un veterinario se encargará de vigilar durante estos días a los animales.

Amenós recordó que la gripe aviar es una enfermedad "temida, pero conocida" por los criadores de aves, que saben de ella desde que se diagnosticó por primera vez en Italia, en 1878. "Ha habido muchos brotes, en Irlanda, Holanda, Pensilvania, Italia... Y el último en Europa se registró en 2003 en Holanda. Ahora la novedad es que dicen que puede afectar a los humanos, pero en la Península Ibérica no ha habido ningún brote", explicó.

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