Hacienda plantea una reforma fiscal con divergencias del PSOE y Moncloa
El tipo máximo del nuevo IRPF se reducirá al menos dos puntos, al 43%
El ministro de Hacienda, Pedro Solbes, llevará hoy al Consejo de Ministros un primer documento sobre la reforma fiscal. El tipo máximo de la tarifa del IRPF bajará al menos dos puntos (del 45% al 43% o menos) y se elevarán las cantidades de cada tramo, con un ahorro para los 16 millones de contribuyentes estimado en unos 2.000 millones de euros. En la elaboración de la reforma, Hacienda se ha encontrado con posturas divergentes en Moncloa, el Partido Socialista y los socios parlamentarios del Gobierno, en aspectos clave como el tratamiento de las plusvalías.
La azarosa elaboración de la reforma fiscal cubrirá hoy su primera etapa con la presentación por parte del ministro de Hacienda al Consejo de Ministros de los anteproyectos del IRPF y Sociedades. Tras barajar varias opciones, la decisión de Solbes es rebajar el tipo máximo del IRPF al menos dos puntos. Ahora, los contribuyentes que ganan más de 46.818 euros al año tributan a un tipo nominal del 45%.
Con la reforma de Solbes ese tipo máximo bajaría al menos al 43%, aunque en los últimos días se barajó el 44%. Esta opción de reducir sólo un punto el tipo máximo de la tarifa iba acompañada de una subida de las cantidades. Es decir, esos 46.818 euros se incrementaban en un porcentaje que permitiera absorber la inflación de los últimos años. Lo mismo se hacía con cada uno de los cinco tramos actuales.
El efecto sería el de una rebaja (a una cantidad mayor le correspondería pagar un porcentaje del 44%), pero su efecto visual sería menor. La reforma sería criticada por su escaso alcance. En Moncloa se apostaba por una rebaja sustancial (entre el 40% y el 42%) una vez descartado el tipo único por parte del equipo que dirige Miguel Sebastián. Finalmente, se ha optado por reducir el tipo máximo del IRPF, al menos dos puntos, según la propuesta que ayer cobraba más fuerza en el Ministerio de Hacienda.
Los tramos de la tarifa bajan de cinco a cuatro, aunque con la posibilidad de establecer un primer tramo a tipo cero. Ahora se paga el 15% desde el primer euro. Una de las opciones de la reforma es, en cambio, que no se pague nada por una primera cantidad de euros. De prosperar esta opción, se suprimiría el llamado mínimo personal y familiar (3.400 euros en la actualidad, a los que se añade 1.400 euros por el primer hijo y 1.500 por el segundo) que los contribuyentes se descuentan de sus ingresos antes de aplicar la tarifa.
El problema de este mínimo personal es que beneficia por igual a todos los contribuyentes, independientemente de cuál sea su nivel de renta. Ésta fue una de las innovaciones de la reforma fiscal del PP en el año 1999, que el PSOE tachó de regresiva cuando estaba en la oposición y que está incluso recurrida ante el Tribunal Constitucional.
El PSOE hizo hincapié entonces -y ahora- en que la reforma fiscal del PP beneficiaba comparativamente más a los hijos de los ricos que a los de los pobres. En el programa electoral socialista figura cambiar esta situación, lo que debería llevar también en la actual reforma del IRPF a pasar las actuales deducciones por hijo de la base (mínimo personal) a la cuota.
La explicación es que al ser tanto el mínimo personal como el familiar una cantidad fija, los contribuyentes con rentas más altas se ahorran proporcionalmente más. Por ejemplo, un contribuyente que tribute al 45% se ahorra ese porcentaje de los 3.400 euros (más lo que corresponda por los hijos) que no tiene que declarar. Otro que tribute al 15%, sólo se ahorra ese 15%, una cantidad por tanto bastante menor. Si la deducción por hijo se pone en la cuota y por una cantidad fija, el ahorro es en proporción insignificante para el que paga muchos impuestos y relativamente importante para el de menor renta.
Plusvalías y alquiler
La reforma contempla reducir el impuesto de sociedades del 35% al 30% (al 25% para las pymes), en lo que están todos de acuerdo. Sin embrago, otro aspecto que ha provocado roces es el tipo impositivo de las plusvalías. El programa electoral del PSOE se compromete a eliminar el tipo único actual (15%) y hacer tributar las plusvalías como una renta del trabajo, es decir, a la escala progresiva de la tarifa. Descartada esta opción, los socialistas y los socios parlamentarios del Gobierno han presionado para que, al menos, ese tipo se suba al 18%.
Otras opciones como la deducción para los inquilinos de viviendas, de la que ahora sólo disfrutan los propietarios, también ha sido debatida con una propuesta inicial que preveía descartar la incorporación de los inquilinos. La deducción por vivienda queda prácticamente como está (el 15% de los capitales e intereses). En cuanto a los planes de pensiones la opción más probable es que se reduzca el límite de aportación (hasta unos 8.000 euros) y se someta al tipo de las plusvalías (el 15% o el 18%) la tributación de los planes de pensiones que se cobran de una vez.
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