"Sonríe, Willy"

Los Mossos d'Esquadra han detenido en Barcelona a dos hombres que agredían a peatones elegidos al azar y grababan los ataques en su teléfono móvil. Las agresiones se producían sin ningún motivo ni comportamiento especial por parte de las víctimas, que eran sorprendidas por sus asaltantes al grito de "¡sonríe, Willy!", antes de ser abofeteadas o golpeadas. La policía autonómica ha logrado intervenir las grabaciones de dos agresiones, pero la juez de guardia dejó en libertad con cargos a los detenidos al considerar que se trataba de una falta de lesiones.

Los hechos ocurrieron la noche del pasado día 10 en la carretera de Sants de Barcelona. La primera agresión se produjo sobre las 23.30, a la altura de un restaurante situado cerca de la plaza de España. En las imágenes grabadas se ve a un hombre de unos 50 años que está leyendo el diario en la calle y que observa con sorpresa cómo se le acercan los dos agresores. Uno de ellos le dice "¡sonríe, Willy!" y le propina un puñetazo en la cara mientras el otro graba los hechos con el teléfono móvil. La grabación prosigue con el sonido de las risotadas que les produce la agresión a los dos implicados.

La policía autonómica considera que los arrestados actuaron "para divertirse"

La juez aprecia una falta por lesiones y deja a los detenidos en libertad con cargos

La segunda agresión llegó pocos minutos después. En este caso la víctima fue un joven de 19 años que acababa de salir de un restaurante de comida rápida. Como en el caso anterior, uno de los agresores le propina una bofetada mientras el otro está grabando lo ocurrido. Previamente le habían pedido que sonriera. Fuentes de la investigación destacaron ayer que los agresores realizaron sus acciones "sólo para divertirse".

Los atacantes viajaban en un vehículo de su propiedad, del que bajaban y al que subían después de golpear a los peatones. Un testigo presenció los hechos y anotó la matrícula del automóvil. Después acudió a los Mossos d'Esquadra para comunicar lo que había presenciado, la matrícula y una descripción de los supuestos agresores.

La policía autonómica comprobó la verosimilitud de la denuncia para evitar que se volviera a repetir hechos como los ocurridos tras la muerte de María del Rosario Endrinal, la mendiga que fue quemada viva en un cajero automático de Barcelona. Unos días después de ese crimen, ocurrido el pasado 16 de diciembre, unas personas divulgaron una grabación con un teléfono móvil en la que supuestamente aparece uno de los jóvenes encarcelados por los hechos participando en una agresión a mendigos, también sin ningún motivo e instándole a que pronunciase la palabra "jackass".

En realidad, ninguno de los arrestados en aquel crimen tenía que ver nada con esas agresiones ni eran las personas que aparecían en las mismas, pero numerosos medios de comunicación se hicieron amplio eco de la noticia, que al final resultó no ser como se había relatado.

Con esos antecedentes y para evitar que se repitiesen, los Mossos d'Esquadra comprobaron primero en las bases de datos que la descripción que ofrecía el testigo de uno de los supuestos agresores coincidía con la del propietario del automóvil. Al resultar cierto, se inició la búsqueda del vehículo. A los pocos minutos, los dos presuntos agresores y el automóvil fueron localizados en las inmediaciones del Camp Nou. La policía autonómica identificó a los ocupantes y les requisó tres teléfonos móviles, pero no los detuvo hasta revisar su contenido.

En uno de los teléfonos se comprobó poco después que aparecían las dos grabaciones que había relatado el testigo. Al mediodía del día 12, la policía autonómica detuvo en su domicilio a David S. Z., de 26 años. La tarde de ese mismo día se presentó de manera voluntaria en la comisaría de Sants-Montjuïc el otro implicado, Alberto S. T., de 27 años, y que es el propietario del teléfono que contenía las grabaciones de las agresiones.

Los dos arrestados, vecinos de L'Hospitalet y sin antecedentes penales, pasaron a disposición judicial el pasado día 13. Los Mossos d'Esquadra les imputaban un delito de lesiones y una falta de vejaciones, pero la magistrada María del Carmen Suárez, titular del Juzgado de Instrucción número 21 de Barcelona, en funciones de guardia de detenidos, consideró que se trataba de una falta de lesiones, por lo que los dos arrestados quedaron en libertad con cargos.

La consejera de Interior de la Generalitat, Montserrat Tura, aseguró ayer que el hecho de que "alguien convierta la violencia en diversión nos tiene que hacer reflexionar a todos. Es muy grave esta tendencia de que haya jóvenes que salgan y que su manera de disfrutar sea agredir a otras personas o producir daños. Eso tiene que terminarse".

Del mismo modo, Tura aseguró que "hay que lanzar cierta voz de alarma" a la ciudadanía por lo que considera "banalización y pérdida de referentes sobre lo que está bien o mal, lo que es violencia o no". En este sentido, la consejera de Interior catalana denunció también "las celebraciones festivas que acaban con contenedores incendiados o cristales rotos".