Holanda pide colaboración a los clientes
Legalizada desde el año 2000, la prostitución plantea hoy un nuevo reto a la policía holandesa: la presencia de mujeres víctimas del tráfico de personas y forzadas a trabajar en locales sin licencia. Según datos oficiales, unas 3.500 de estas mujeres, procedentes en su mayoría de Asia y Europa del Este, trabajan entre amenazas y malos tratos. Para ayudarlas, la policía ha lanzado una campaña que apela a los clientes. Les pide ayuda para que si observan algo anómalo o sospechan que ellas sufren abusos lo denuncien a través de un teléfono anónimo especializado.
La idea de una línea de este tipo surgió tras recibir 600 denuncias en 2005 sobre la situación de mujeres obligadas a prostituirse. La campaña incluye un anuncio televisivo con la silueta de un hombre amenazando con una pistola a una mujer arrodillada.
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