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Educación ofrece contratar 2.500 maestros para implantar la sexta hora de clase en la escuela pública

Un alumno de la primaria pública recibe 1.050 horas lectivas menos que otro de la privada

A trancas y barrancas, las negociaciones para introducir la sexta hora de clase diaria en las escuelas públicas de primaria y equipararlas así a las concertadas desde el curso próximo avanzan tras las vacaciones de Navidad. El Departamento de Educación está dispuesto a implantar la medida en solitario, pero busca el apoyo de los sindicatos para aplicarla con amplio respaldo. Dado que está descartado aumentar el horario de los profesores, Educación plantea en una propuesta formulada por escrito contratar a 2.500 maestros a partir del curso próximo para equiparar la escuela pública a la concertada, que se sufraga con fondos públicos.

Antes de las vacaciones, Educación había avanzado que el aumento de plantilla por la sexta hora se situaría alrededor de los 3.000 maestros. Ahora ha desglosado su propuesta: 2.500 enseñantes para implantar la sexta hora y otros 1.000 para afrontar, en paralelo, la reducción del horario lectivo de los profesores.

Los sindicatos USTEC, Comisiones Obreras y UGT, con fuerte implantación entre el profesorado de primaria, han acogido bien la propuesta, pero piden garantías de que la medida se aplicará bien en cada centro. Se da la paradoja de que mientras que un alumno de primaria de la escuela concertada se beneficia de 6.300 horas de clase durante los seis cursos que dura este ciclo, uno de la pública recibe sólo 5.250 horas, una diferencia en su contra de 1.050, según informa el Departamento de Educación.

La medida tendría un coste total de 60 millones de euros al año. Para este año, al abarcar sólo un trimestre lectivo, el coste sería de 20 millones, de acuerdo con cálculos de la Administración catalana.

Educación no quiere que esta hora añadida sea para permanecer en el colegio con actividades extraescolares, sino "de refuerzo y profundización" de las materias, a tenor del documento que Educación debate con sindicatos, padres y entidades educativas. En la escuela concertada, los alumnos que reciben la sexta hora la dedican a refuerzo y complemento de materias, explica Enric Puig, secretario general de la Fundación Escola Cristiana, que agrupa a la mayoría de los centros concertados.

En paralelo con la negociación de la sexta hora, el Departamento de Educación está dispuesto a llevar adelante su propuesta de reducir el horario lectivo de los maestros. Seguirían trabajando 30 horas a la semana, pero las actuales 25 horas lectivas quedarían reducidas en el curso próximo a 24 y el siguiente a 23, mientras que aumentarían las dedicadas a otros menesteres en el centro. Para desarrollar esta medida se contratarían los citados 1.000 maestros suplementarios.

Guiños para pactar

La sexta hora en la primaria pública es la medida de mayor calado para las familias que prevé el Pacto Nacional por la Educación que la Generalitat quiere firmar este mes. Pero el objetivo de la Generalitat es acordar un catálogo de medidas que se extiendan a la secundaria y al bachiller, con padres, sindicatos y entidades educativas.

En aras del pacto, Educación hace un guiño a la escuela concertada al señalar en el documento enviado a las partes: "Cataluña cuenta con una muy rica experiencia pedagógica e innovación educativa con un amplio y muy diverso tejido asociativo y un conjunto plural de iniciativas educativas que se llevan a cabo en numerosos centros públicos y de titularidad privada". Y otro al profesorado: "Cabe destacar que el trabajo y la profesionalidad del profesorado han hecho posibles los grandes cambios pedagógicos y una mejora significativa de la educación".

"Hace años que lo pedimos"

Los padres aplauden que se alargue una hora las clases en la primaria pública. El presidente de la Federación de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos de Cataluña (FAPAC), Joan Jordi Rosell, dice: "Llevamos reivindicándolo desde el año 2001. Para los alumnos, recibir 1.050 horas menos de clase en la primaria pública que en la concertada equivale a un curso menos", señala.

El documento de la Generalitat plantea también otro asunto que los padres defienden desde hace años: que los colegios empiecen antes a principio de curso y que cierren sus puertas un poco más tarde, en julio. Para ello, la Generalitat plantea que los centros que prestan el servicio público puedan establecer un servicio de acogida matinal, abrir a primeros de septiembre y alargar su actividad en junio y julio, pero no para actividades de currículo, sino socioeducativas, a cargo de monitores.

Los padres dicen que la familia ha cambiado en los últimos años. Hoy muchas madres también trabajan fuera de casa, pero la escuela sigue con horarios similares a los de hace años. El presidente de la FAPAC afirma que ya son muchas las escuelas públicas que abren en julio y los padres pagan, a veces con respaldo de los ayuntameintos, el coste de los monitores contratados en esos días.

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