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Reportaje:

Pescar en caladeros ajenos

Los armadores mantienen su apuesta por aguas de terceros países

Más de 220 empresas mixtas con capital mayoritariamente español y una flota de 550 barcos capturan anualmente casi 500.000 toneladas en aguas de terceros países. Su constitución supone la respuesta de los armadores españoles para pescar en otros caladeros. Su futuro depende hoy de ellos mismos y sobre todo de que Bruselas renueve el apoyo a su desarrollo.

Las 220 empresas mixtas cuentan con 550 barcos en más de 30 países y capturan casi 500.000 toneladas de productos pesqueros
Las inversiones en la flota han supuesto 1.210 millones de euros, a los que se suman otras en tierra para construir fábricas de procesado

Con una elevada demanda de consumo de más de 40 kilos por persona, una flota permanentemente sobredimensionada para las posibilidades de capturas en aguas propias y unos caladeros nacionales escasos de recursos, pescar en caladeros exteriores ha constituido y se mantiene como una necesidad tanto para los intereses de los armadores como para las exigenciasde la demanda. Esa fuerte dependencia de otras aguas la refleja el dato de que casi dos terceras partes de los desembarcos de que se hacen en los puertos españoles proceden de los caladeros exteriores.

Consecuencia de esa situación, la Administración española fue pionera desde los años setenta en el desarrollo de una política de acuerdos con terceros países para facilitar el acceso de las flotas congeladoras a los caladeros de terceros países y muy especialmente de America y de Africa. Esa política de acuerdos y la posibilidad de faenar en aguas externas con pabellón español, fue asumida y mantenidda en las últimas décadas por la Administracion comunitaria.

Instrumento de colaboración

Junto a la política de acuerdos pesqueros para acceder a las aguas de tercereos países, los armadores españoles con Pescanova a la cabeza iniciaron en los años setenta una estrategia centrada en la constitución de sociedades conjuntas con empresarios de los países donde se ubicaban los recursos para operar como empresas de ese país asumiendo una serie de compromisos en materia de empleo e inversiones. En los últimos tiempos, a medida que han aumentado las dificultades para suscribir acuerdos de pesca, practicamente la totalidad de los grandes armadores españoles han apostado por la formación de sociedades mixtas para seguir faenando en la mayor parte de los caladeros del mundo y muy especialmente en America y en Africa.

Según los datos manejados por el sector, en la actualidad hay constituidas 220 empresas mixtas con más de 500 barcos congeladores lo que supone una inversión de 1.210 millones de euros.A esa cifra se sumarían otros desembolsos para la construcción de plantas de procesado de pescado en tierra y para el desarrollo de infraestructuras y servicios complementarios.

España importa una media de 1,6 millones de toneladas de pescado, moluscos y crustáceos.De esa cifra, más del 30% corresponden a productos de la pesca capturados y transformados por las empresas mixtas con mayoría de capital español en aguas de terceros países. El mayor número de empresas mixtas -con casi 90- corresponde a Argentina seguida de 81 empresas en Marruecos, 44 en Senegal, 32 en Mozambique, 22 en Mauritania, 21 en Islas Malvinas, 14 en Chile,13 en Angola, 7 en Gabon y el resto de otra veintena de países.El 80% de las capturas de esa flota se comercializan en el mercado español.

Junto a ese papel para el abastecimiento de la demanda interior, las empresas mixtas han constituido un importante factor para el desarrollo de las economías costeras de los países donde operan. El conjunto de estas sociedades están generando la ocupación directa de más de 17.000 personas de las que unos 13.000 son triplantes que trabajaan en los barcos. Igualmente, del volumen total del empleo, casi 14.000 son trabajadores de los países donde se hallan implantadas las sociedades mixtas, por lo que los armadores califican esta como actividad como una política de cooperación.

Desde la perspectiva comunitaria, las empresas mixtas han supuesto finalmente en los últimos años una de las vías más importantes utilizadas por la propia Comisión para reducir la capacidad de la flota de los países miembros ante las dificultades para operar en caladeros propios o en caladeros de terceros países con pabellón de la UE

César Real, presidente del cluster de empresas mixtas
César Real, presidente del cluster de empresas mixtas

'Cluster' para defender el futuro

Hasta el 31 de diciembre de 2004, el desarrollo de las empresas mixtas contaba con el respaldo económico de Bruselas de acuerdo con la anterior política pesquera. Desde esa fecha, los ajustes presupuestarios en la UE dejaron fuera de las ayudas a este tipo de sociedades.

Frente a esta situación y, a iniciativa española, los armadores comunitarios pusieron en marcha una asociación de empresas (cluster) con el objetivo de disponer en el marco comunitario de un foro, de una sola voz, para defender de forma unitaria los intereses de esta flota. El objetivo era recuperar los apoyos y seguir impulsando este tipo de sociedades. Para los responsables del cluster, con su presidente César Real a la cabeza, las empresas mixtas no sólo son vitales para el abastecimiento de pescado al mercado comunitario, sino que constituyen un importante motor de desarrollo social y económico en los países donde están ubicadas.

Para el cluster, las empresas mixtas deben ser reconocidas y utilizadas por Bruselas como un instrumento comunitario de cooperación y desarrollo con terceros países y para impulsar unas políticas de pesca sostenibles en esos caladeros. El cluster tiene el apoyo del Ministerio de Agricultura.

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