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La crisis de las canteras acaba con un acuerdo para restaurar los yacimientos

Administración, empresas y sindicatos negocian durante 23 horas

Fernando J. Pérez

Una sesión de negociación de 23 horas seguidas desembocó ayer en una salida a los 45 días de conflicto planteado tras el cierre judicial de cuatro canteras de Alhaurín de la Torre (Málaga). Junta, Ayuntamiento, empresarios y sindicatos firmaron un acuerdo para restaurar los yacimientos, de modo que se conserven los empleos de las explotaciones durante siete años y se garantice el suministro de áridos a la construcción.

La dureza de la cuarta y última jornada de negociación para desbloquear el conflicto fue directamente proporcional a su duración. Las partes se reunieron el jueves a las 18.00 y no rubricaron el acuerdo hasta ayer a las 17.00. En ese tiempo se debatieron múltiples documentos y, según fuentes de las empresas, la reunión estuvo a punto de irse a pique "en varias ocasiones". Apenas hora y media antes de que los negociadores presentaran públicamente el documento final, un representante de las compañías extractivas salió de la reunión increpando a grandes voces al alcalde de Alhaurín, Joaquín Villanova (PP). Mientras tanto, a las puertas de la Delegación del Gobierno de la Junta, un centenar de trabajadores veía, con los ánimos cada vez más caldeados, cómo pasaban las horas y no se llegaba a ninguna salida. Los empleados mataron el tiempo tirando petardos y diciendo procacidades a cuanta mujer pasara junto a ellos.

El Tribunal Superior de Justicia de Andalucía decretó el pasado 4 de noviembre el cierre de las canteras de Teralpe, del grupo Italcementi; Troconal, del grupo Sando, Retamero y Los Pinos de Alhaurín, al considerarlas ilegales por carecer de licencia municipal de apertura. El acuerdo marco gestado ayer -que permite desconvocar la huelga que mantienen los trabajadores de las canteras desde el 28 de noviembre- consiste en la aprobación por parte de la Junta de Andalucía de un Plan Especial de Restauración y Reforestación de las canteras, elaborado por las empresas. Una vez aprobado éste, el Ayuntamiento podrá aprobar las licencias de apertura de los yacimientos "con arreglo a dicho plan".

La restauración de las canteras clausuradas, previsto para siete años, requerirá la extracción de áridos para construir bancales sobre los que echar tierra vegetal para luego reforestar. Las empresas podrán seguir vendiendo este material en el mercado, con lo que se garantiza el abastecimiento de las obras, paralizadas actualmente en un 90% por la falta de áridos para fabricar hormigón.

En compensación por las molestias que generan las canteras -ruido, polvo, baches-, las empresas extractivas aportarán 20 millones de euros durante el tiempo que dure el plan, tanto en concepto de licencias, como a través de una fundación. Con este dinero, el Ayuntamiento prevé construir un polideportivo cubierto, 25 viviendas protegidas, o un taller de formación ocupacional.

La Plataforma en Defensa de la Salud y de la Sierra anunció ayer que denunciará la reapertura de las canteras.

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Sobre la firma

Fernando J. Pérez
Es redactor y editor en la sección de España, con especialización en tribunales. Desde 2006 trabaja en EL PAÍS, primero en la delegación de Málaga y, desde 2013, en la redacción central. Es licenciado en Traducción y en Comunicación Audiovisual, y Máster de Periodismo de EL PAÍS.

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