Dictador 'metrosexual'
En una parte de Hollywood creen que con una sinopsis de medio folio se puede fabricar una buena película de ciencia-ficción; que con un par de detalles sobre la clonación y unos cuantos apuntes sobre el ADN ya tenemos una historia. Pero las sinopsis hay que desarrollarlas, otorgarles enjundia y rodearlas de personajes con carácter e interés.
Aeon Flux pertenece a ese grupo de filmes futuristas creados con apenas un esbozo, territorio en el que han fracasado grandes directores como John Boorman y Robert Altman con sus muy pretenciosas y aburridas Zardoz (1974) y Quinteto (1979). Eso sí, mientras al menos éstos rodearon sus productos de conversaciones supuestamente elevadas, Karyn Kusama (Girlfight) ha plagado Aeon Flux de pesadísimas secuencias de acción rodadas a cámara lenta y de múltiples equilibrismos a lo Misión imposible.
AEON FLUX
Dirección: Karyn Kusama. Intérpretes: Charlize Theron, Marton Csokas, Jonny Lee Miller, Sophie Okonedo. Género: ciencia-ficción. EE UU, 2005. Duración: 93 minutos.
El Gran Hermano sigue dominando el mundo, pero esta vez se trata de una nueva generación de omnipotentes, de una especie de dictador metrosexual que todo lo controla a través de enormes carteles que recuerdan más a los anuncios de perfumes que a una propaganda política estatal. Así, el diseño futurista de la película es pretendidamente sofisticado aunque en realidad resulte más bien hortera. Al igual que resolverlo todo a base de la siempre irrenunciable lucha de artes marciales, peaje de la mayoría de cintas de acción del cine americano de hoy.
Babelia
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