Santiago Tabernero debuta con una fábula sobre la transición

Ni retrato costumbrista, ni revisión nostálgica de la España de los setenta, Santiago Tabernero quería ir "más allá de la crónica". Vida y color -primer estreno del cine español en 2006 y primera película de este director que le ha valido una nominación al Goya como mejor director novel- está inspirada en un relato autobiográfico titulado Guau, escrito hace casi una década. Una historia de iniciación, de aprendizaje y adolescencia ambientada en un barrio obrero en la España de 1975. Un abuelo republicano, un hermano con problemas políticos y los partes médicos de la enfermedad de Franco radiados son algunos de los elementos que ponen en contexto este "cuento de monstruos y princesas", según Tabernero. Hace cinco años, el guionista de Taxi o Asfalto, entre otras películas, y convertido ahora también en director, añadió variaciones y presentó un borrador de 30 folios a los productores.

Director del programa de televisión Versión original durante seis temporadas, a sus 44 años, Tabernero considera que la revisión cinematográfica de este periodo histórico es algo acorde con su generación. "Ahora que hemos llegado a la dirección es normal que abordemos momentos tan intensos e inéditos en el cine. El año 1975 y alrededores son un eje de la historia española muy cinematográfico, lleno de historias". La que cuenta en Vida y color, sin embargo, no está inevitablemente circunscrita a ese periodo. "Esta película se podía haber ambientado hoy día. Habla de una crisis de crecimiento y creo que tiene suficientes dosis de aventura y emoción para conectar con todo el mundo. Aquellos que sientan un reflejo generacional la entenderán con una intensidad especial".

Tabernero dice haber encontrado una de las fuentes para rodar su película, en "la estilización del relato gótico" y haber intentado contar su historia "desde la fábula" con buenos y malos que representan de algún modo el lado oscuro, "la España que murió".

Fede, un niño de 13 años inadaptado en el barrio por ir a un colegio privado, que colecciona cromos de la colección Vida y color es el protagonista. "Yo soy ese Fede, ese patito feo. El resto es pura fantasía historias que he escuchado a mis padres a mi familia y que han terminado expresándose en esta fábula salida de las cloacas", asegura el director. A lo largo del filme a los cromos se añadirán estampas vitales que cambiarán a este adolescente confundido rodeado de villanos, princesas y héroes de barrio. Un nutrido grupo de intérpretes dan vida a los personajes: Joan Dalmau o Carmen Machi (la televisiva Aida) comparten cartel con Andrés Lima o la actriz Ana Wagener. Junto a ellos trabajan una hornada de jóvenes actores: Junio Valverde (en el papel protagonista), Nadia de Santiago, Miguel Ángel Silvestre, Silvia Abascal y su hermana Natalia Abascal. Encontrar un conjunto de edificios que remitiesen a los años setenta fue otro de los retos. Bajo la dirección fotográfica de José Luis Alcaine rodaron los planos "saturados de color" que Tabernero tenía en mente. "Creo que es muy bella plásticamente. Tiene una textura neorrealista. Hemos usado colores muy vivos para contrastar con la historia tan triste que se cuenta".