Petrobras dará entrada al Estado boliviano en sus refinerías

La petrolera brasileña Petrobras está dispuesta a dar entrada en el capital de las dos refinerías que posee en Bolivia a la compañía estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB). Petrobras ha reaccionado así a las intenciones del recientemente elegido presidente boliviano, Evo Morales, que ha prometido renegociar los contratos con las multinacionales presentes en el país andino.

El director del área internacional de la petrolera brasileña, Nestor Cerveró, declaró al Jornal do Brasil que la propuesta consiste en ofrecer a YPFB una participación, como socio, en las dos refinerías que la estatal privatizó en su momento. La oferta será presentada apenas Evo Morales asuma su mandato, el 22 de enero próximo, aseguró el directivo de Petrobras.

El líder del movimiento indígena boliviano ha advertido de que pretende nacionalizar los yacimientos de gas y de petróleo, así como la revisión de los contratos de explotación firmados con las empresas extranjeras con presencia en el país, que tacha de ilegales. Uno de sus primeros objetivos es garantizar que las refinerías de Bolivia vuelvan a estar bajo el control del Estado, aunque ha aclarado que su intención no es expropiarlas.

La petrolera brasileña ha invertido cerca de 1.800 millones de dólares en Bolivia, hasta convertirse en el mayor exportador de gas natural, y es responsable de gran parte del producto interno bruto (PIB) de la nación andina. Morales ha garantizado que Petrobras podrá seguir actuando sin problemas en Bolivia, pese a su intención de proponer una renegociación de los contratos con todas las multinacionales.

Polo petroquímico

Según Cerveró, Petrobras también propondrá al presidente boliviano una participación de YPFB en el polo petroquímico que la petrolera brasileña pretende construir en la frontera entre Brasil y Bolivia, junto con la petroquímica brasileña Braskem y el grupo hispano-argentino Repsol-YPF. Según el proyecto, se construirá en la ciudad brasileña de Corumbá y supondrá una inversión de 2.000 millones de dólares. El ejecutivo de Petrobras dijo que la posible participación de la estatal boliviana en las refinerías y en el polo petroquímico ya ha sido tratada en las conversaciones entre las direcciones de ambas empresas y tan sólo depende de la respuesta del futuro Gobierno de Bolivia.

La crisis social y económica del país andino en los últimos meses y la decisión de Bolivia de elevar los impuestos sobre la producción de hidrocarburos obligaron a Petrobras a paralizar tanto la construcción del polo petroquímico como la ampliación de la capacidad del gasoducto Bolivia-Brasil, que actualmente transporta 25 millones de metros cúbicos de gas natural por día.

Además de Petrobras, otras 25 multinacionales energéticas desarrollan su actividad en Bolivia. Repsol YPF controla la tercera parte de las reservas de gas natural del país -las segundas de Suramérica, tras las venezolanas- y es el mayor inversor extranjero, con activos por valor de unos 800 millones de euros.