Grandes almacenes e 'hipers' no podrán abrir en Barcelona en vías de menos de 20 metros de ancho
El Parlament acaba de aprobar la ley que regulará la apertura de grandes centros comerciales. Ahora, el Ayuntamiento de Barcelona quiere ejercer sus competencias señalando en qué zonas y en qué condiciones se podrán abrir los comercios no alimentarios en la ciudad. De momento, proyecta que algunos nuevos negocios -los hipermercados, las tiendas de marca de más de 2.500 metros cuadrados y los grandes almacenes de más de 10.000- sólo puedan abrir en las calles que tengan más de 20 metros de anchura. Así lo fija el borrador del Plan de Equipamiento Comercial y de los Usos no Alimentarios que está elaborando el Ayuntamiento.
Se da la circunstancia de que las calles del Eixample, diseñadas en 1859 por el ingeniero Ildefons Cerdà, tienen una anchura de 20 metros. Pero la exigencia de esa anchura mínima en las calles donde se vayan a implantar estos locales será requisito imprescindible aunque no suficiente para poder abrirlos.
"A nadie interesa que abran negocios que luego tengan que cerrar", dice el segundo teniente de alcalde, Jordi Portabella
El plan que elabora el municipio no pone trabas para abrir tiendas de pequeño y mediano tamaño de hasta 1.300 metros cuadrados
El Ayuntamiento dibuja un mapa en el que, además del ancho de la calle, se establecerá cuáles son las zonas donde se podrá abrir tiendas
El área de Comercio, que dirige el segundo teniente de alcalde, Jordi Portabella, quiere regular también las aperturas en función del tipo de establecimientos o las zonas. Esta área ya ha dibujado un mapa, que Portabella califica de "provisional", que clasifica la ciudad en varios tipos de áreas, en las que señala dónde podrán instalarse los diferentes comercios, siempre no alimentarios, dónde quedará prohibido hacerlo y en qué casos se permitirán con condiciones.
Con el actual borrador municipal no se podrán abrir hipermercados, tiendas de marca ni grandes almacenes en buena parte del Eixample barcelonés, en los ejes comerciales de Sants, Sant Antoni, Sant Andreu, paseo de Maragall o los entornos del paseo de la Zona Franca, entre otros. En cambio, en zonas del centro de la ciudad como el paseo de Gràcia, la Rambla de Catalunya, La Rambla, la avenida Diagonal y el Portal de l'Àngel, las aperturas de grandes almacenes y tiendas de marca quedarían condicionadas a un plan urbanístico especial en esas zonas. Los hipermercados tampoco se podrían implantar en estas áreas, siempre de acuerdo con el borrador del plan municipal.
A diferencia de los grandes almacenes, los llamados "almacenes populares", que el documento define como los que tienen entre 2.500 y 10.000 metros cuadrados, no se podrán abrir en los ejes especializados de Sant Antoni (informática) y Fabra i Puig (prendas nupciales). En cambio, estos establecimientos de hasta 10.000 metros se podrán abrir condicionados a un plan urbanístico en las zonas del paseo de Gràcia, la Rambla de Catalunya, La Rambla, avenida Diagonal y el Portal de l'Àngel, por un lado, y en el Eixample, Sants, Sant Antoni, Sant Andreu, paseo de Maragall o los entornos del paseo de la Zona Franca, por otro, siempre que las calles elegidas tengan una anchura superior a 20 metros. El Ayuntamiento señala que su plan tiene en cuenta "los impactos urbanísticos" que el comercio pueda ocasionar "sobre los espacios públicos", tanto en lo relativo a "la afluencia de compradores como a las necesidades de abastecimiento".
El plan municipal no pone trabas de apertura, en términos generales, para las tiendas pequeñas y medianas de hasta 1.300 metros cuadrados. En general, todos estos negocios deberán instalarse en los centros urbanos, en lo que la ley llama "tramas urbanas consolidadas". La excepción en este caso son los locales de venta de coches, muebles, maquinaria o jardinería, que la Ley de Equipamientos Comerciales recién aprobada por el Parlament obligará a que en adelante se abran fuera de los núcleos urbanos debido al gran espacio que necesitan para su actividad.
A través de este plan, el municipio quiere abordar una ambiciosa regulación del comercio no alimentario en toda la ciudad. "Nosotros defendemos el comercio urbano de proximidad. Que haya diversidad para que los consumidores puedan encontrar de todo en sus zonas. Por eso, potenciamos los ejes comerciales de la ciudad y la fundación que agrupa a los 18 ejes que hay en Barcelona", dice el segundo teniente de alcalde. Sobre el plan del Ayuntamiento, Portabella dice: "Lo que estamos haciendo es calcular qué tipo de comercios hay en cada zona y qué tipo se necesita.
De momento, no hay un plan definitivo. Tenemos que acabar de consensuarlo con el sector comercial. A nadie le interesa que se abran negocios que tengan que cerrar en poco tiempo", añade."Queremos ver dónde caben y dónde no caben los comercios porque eso redundará en beneficio de la ciudad y del consumidor", afirma el segundo teniente de alcalde. La previsión de Portabella es empezar a debatir el plan que regulará las aperturas comerciales con el sector durante el primer trimestre del año próximo para poder aprobarlo a principios de 2007.
El plan que prepara el Ayuntamiento de Barcelona permite el crecimiento por todas las zonas de las llamadas "tiendas de conveniencia", conocidas popularmente como tiendas de la esquina, que abren de noche, como las cadenas Opencor, Red Sprint o Depaso. Como a otros negocios, a estas tiendas también se les exigirá que estén ubicadas en calles con más de 20 metros de anchura.
Estas tiendas abren un mínimo de 18 horas al día, cierran de madrugada, están abiertas todos los días del año, no pueden sobrepasar los 500 metros cuadrados y se les exige que no estén especializadas, sino que vendan un surtido de productos básicamente limitado a artículos de uso cotidiano.
El mapa comercial que ha dibujado el Ayuntamiento divide Barcelona en varias zonas. El nivel A, que no prefigura una área, sino que se refiere a tiendas desparramadas por toda la ciudad; el B, en el que incluye el paseo de Gràcia, la Rambla de Catalunya, el Portal de l'Àngel y sus aledaños, La Rambla y la avenida Diagonal; y la zona C, que se extiende por diferentes puntos de la ciudad, desde Poblenou hasta Sarrià (véase el mapa). Otras zonas delimitadas son los ejes de Sant Antoni y Fabra i Puig o las que abarcan centros comerciales como Glòries, Maquinista, Vila Olímpica, Maremàgnum y Diagonal Mar, entre otros.
La instalación de nuevos "establecimientos colectivos" o galerías - en la práctica, varias tiendas que forman un conjunto- estará condicionada o prohibida en varias zonas. Por ejemplo, estarán prohibidos los locales que tengan más de 5.000 metros cuadrados, cuando todas las tiendas sean pequeñas, en algunos ejes comerciales como los de Sant Antoni o Fabra i Puig y en buena parte del Eixample (véase el mapa), y condicionados a un plan especial que realice el Ayuntamiento en los centros comerciales de Diagonal Mar, Glòries, La Maquinista, Illa, Vila Olímpica y Maremàgnun, entre otras.El mapa que ha dibujado el Ayuntamiento autoriza estos negocios en las vías de más de 10 metros de anchura, siempre que no superen los 5.000 metros cuadrados y que uno de los locales que están en el centro comercial no supere en solitario los 1.300 metros cuadrados.
La norma comercial aprobada por el Parlament el pasado 15 de diciembre ha restado potestad a los municipios de más de 25.000 habitantes. En adelante, en Barcelona y L'Hospitalet ya no podrán abrirse en solitario las grandes superficies de electrónica, electrodomésticos y artículos deportivos. En estos sectores no bastará con la licencia municipal para las superficies mayores de 1.500 metros. Será también necesario el permiso de la Generalitat.
Por otra parte, el Consejo de Empresas Distribuidoras de Alimentación de Cataluña (CEDAC), que agrupa a 7.000 establecimientos comerciales de superficie mediana, reclama a la Generalitat que la concesión de licencias para la apertura de grandes superficies sea "gradual" y que el decreto que regulará las aperturas "ayude a mantener la eficiencia y la rentabilidad" del tejido comercial catalán, informa Europa Press. El secretario general del CEDAC, Antoni de Ribera, aplaudió los "resultados" del "complicado" proceso de participación del sector en la redacción de la nueva Ley de Equipamientos Comerciales.
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