Un incendio destruye un ala del palacio del Granjero, en San Petersburgo
El edificio, del siglo XIX, integrado en el complejo de Peterhof, estaba en restauración
Peterhof, en llamas. La noticia cayó el jueves como una bomba en Rusia, pero el horror duró sólo unos minutos. Pronto se supo que no se trataba del Versalles ruso, como se conoce el palacio principal, con sus famosísimas fuentes, ni de los otros edificios restaurados hace años como Monplaisir, Ermitage o el de Catalina. La residencia de Pedro el Grande en las afueras de San Petersburgo está intacta. El siniestro, finalmente, sólo afectó a un ala del palacio del Granjero, que fue la residencia de verano del zar Alejandro II.
El incendio comenzó el jueves por la tarde y fue sofocado en la madrugada de ayer. El palacio del Granjero se encuentra en el parque Alejandría, que forma parte del complejo palaciego de Peterhof o Petrodvorets. Se encontraba en muy mal estado desde la época soviética. El Gobierno ruso tomó la decisión de restaurar el palacio y hace poco habían comenzado los trabajos correspondientes. Al parecer, el incendio se produjo mientras los obreros trabajaban en la renovación del palacio.
Afortunadamente, la mayor parte del palacio del Granjero no sufrió los efectos de las llamas, según declaró Vadim Známenov, director del Museo de Peterhof. El incendio consumió un ala del edificio que antiguamente era el establo y en el que, después de la restauración, debían instalarse las dependencias auxiliares. "Las habitaciones del zar y la zarina han sobrevivido", aseguró Známenov, y además, las chimeneas de mármol y parte del parqué, que tienen valor artístico, se encontraban en los talleres, fuera del palacio, en el momento del siniestro.
El incendio no afectó a la parte derecha del edificio, donde se encuentran las principales salas y donde los trabajos de restauración ya habían prácticamente terminado. Por eso, Známenov se muestra optimista y considera que el palacio será salvado.
El palacio del Granjero es una construcción del siglo XIX y estaba destinada, como su nombre indica, a ser una granja para el futuro zar Alejandro II. Terminado en 1827, en un comienzo era una sencilla casa-pabellón en estilo campestre, obra del arquitecto Adam Menelas, inglés que adoptó la ciudadanía rusa, pero más tarde se decidió reconvertirlo en palacio. Todos los trabajos para ampliar el pabellón y transformarlo en residencia de verano del heredero imperial fueron realizados por el famoso Andréi Stakenschneider. El palacio del Granjero tiene algunos motivos góticos -en el tallado de los detalles en madera, en el hierro fundido de los balcones y escaleras- que son comunes para todas las construcciones del parque Alejandría. En 1859, cuatro años después de que Alejandro II fuera coronado, se le añadió una segunda planta. En la historia rusa, el palacio es famoso porque en él Alejandro II discutió y redactó con sus ministros el texto definitivo del manifiesto que terminaba con los siervos de la gleba en Rusia y que daba libertad a los campesinos. El histórico documento de 1861 le valió a Alejandro II el apodo de El Zar Libertador.
Babelia
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