Petronor invertirá 600 millones para reducir los residuos de la planta de Muskiz
La refinería de Petronor, filial de Repsol ubicada en Muskiz, reducirá la producción de fuelóleos -uno de los combustibles más contaminantes- en un 70% con la nueva planta que construirá en el interior de sus instalaciones. El proyecto, anunciado hace un mes, fue presentado ayer a las autoridades vascas y supondrá una inversión de 600 millones de euros. Sustituye al descartado proyecto IGCC (una planta para producir electricidad con gas natural y residuos de refinería), que tenía un coste de 1.100 millones de euros.
La nueva planta asegura la eliminación de residuos de refinería, que se había convertido en un problema para Petronor y cuya resolución era fundamental para la supervivencia de la empresa en Muskiz. Transformará esos desechos en coque, una sustancia muy utilizada por las cementeras como combustible. La previsión es que se produzcan al año 700.000 toneladas de coque.
La petroquímica de Muskiz, la segunda planta de mayor capacidad de refino del petróleo en España con 220.000 barriles al día (el 17% de la producción española), espera lograr con las nuevas inversiones un nivel de conversión del crudo del 65%, frente al poco más del 30% de ahora. El nuevo proyecto permitirá que más del 45% de su producción -el pasado año fue de 10,8 millones de toneladas de crudo y otras materias primas, su récord histórico- sea fundamentalmente gasóleo, con lo que así se adapta a la creciente demanda de este combustible.
"Mejora nuestro margen de refino en más de dos dólares por barril", aseguró el presidente de Petronor, Pedro Fernández Frial, en la presentación de las inversiones. Agregó que la planta de reducción de fuelóleos estará operativa en el cuatro trimestre de 2009. Tras los estudios y proyectos de ingeniería que se desarrollarán a lo largo de 2006, la construcción comenzaría en la primavera de 2007. Durante esta fase se empleará a 1.600 personas de media, con una punta de 2.600 trabajadores. Cuando esté en funcionamiento, la nueva instalación proporcionará empleo directo a 65 personas y habrá otras 150 contratadas.
El proyecto incluye una planta de cogeneración de 45 megawatios que, según Fernández Frial, se alimentará del gas generado en Petronor. La empresa no espera problemas de rechazo vecinales, como sucedió con el proyecto IGCC. A diferencia de éste, no se requiere adquirir nuevos terrenos, porque se ubica en el interior de la refinería. "Son terrenos ya calificados de industriales", dijo el presidente. La petroquímica deberá desmantelar un parque de cuatro tanques.
Además de los 600 millones de este planta, se invertirán otros 170 en la mejora de calidad de los proyectos y 130 más para eficiencia energética, seguridad, medio ambiente y el aumento en la producción del biodiesel.
Antonio Brufau, presidente de Repsol (esta empresa posee el 86% de Petronor, mientras que el 14% restante es de la BBK), destacó que Euskadi es una comunidad "muy emblemática" para la compañía y resaltó que estas inversiones muestran el "compromiso" de Petronor "con el futuro industrial del País Vasco". El presidente de la BBK, Xabier de Irala, recordó que la petroquímica es una "inversión estratégica" de la caja vizcaína y se congratuló del "grado de entendimiento y colaboración" con Repsol.
