Bush: "Si nos retiramos, entregaríamos Irak a nuestros enemigos"
Dick Cheney visita Bagdad por sorpresa y apunta a una próxima reducción de tropas
George W. Bush se dirigió anoche al país desde el Despacho Oval para hablar de "hasta dónde se ha llegado y el camino que hay por delante" en Irak. El presidente declaró: "Si nos retiramos, entregaríamos Irak a nuestros enemigos". Después afirmó que las elecciones "no significan el fin de la violencia, pero sí el comienzo de algo nuevo: una democracia constitucional en el corazón de Oriente Próximo". Horas antes, en una visita sorpresa a Bagdad, el vicepresidente, Dick Cheney dijo que "habrá cambios en el despliegue el próximo año".
Desde marzo de 2003, cuando anunció la invasión, la de anoche fue la primera vez que Bush hablaba sobre Irak desde el Despacho Oval, el símbolo más fuerte de la presidencia. "Algunos creen que la guerra está perdida" y que no vale la pena, dijo el presidente, según los fragmentos adelantados por la Casa Blanca. "Yo no lo creo, ni los mandos ni las tropas; ni siquiera los terroristas lo creen; saben que se estrecha el cerco y temen que haya democracia en Irak".
El discurso coronó la ofensiva de que el presidente inició hace tres semanas para intentar contrarrestar el pesimismo y las críticas sobre Irak, acentuados por el número de soldados muertos y el debate sobre el repliegue de las tropas. Según un sondeo de Ipsos, el 49% cree ahora que la guerra fue un error, una leve mejoría con respecto al 53% de agosto, aunque un abismo comparado con el 34% de hace dos años. Pero, según Gallup, el 58% dice que Bush no tiene un plan claro, a pesar de que una mayoría (63%) considera que los iraquíes han hecho avances hacia la democracia. El 57% de los norteamericanos cree que las tropas deben estar hasta que Irak se estabilice, y el 36% es partidario de la retirada inmediata.
¿Por qué Bush cree que no hay que irse ya? "Porque abandonaríamos a nuestros amigos iraquíes y enviaríamos el mensaje de que EE UU no tiene palabra. Entregaríamos Irak a los enemigos que se han juramentado para atacarnos, y el movimiento terrorista global se envalentonaría y sería más peligroso que nunca".
Bush sufrió serios reveses la semana pasada, como las revelaciones sobre las escuchas electrónicas y el bloqueo de la Ley Patriótica, que empañaron el éxito de las elecciones iraquíes. Éste es su quinto discurso en las últimas tres semanas destinado a convencer a sus conciudadanos de que el Gobierno democrático de Bagdad reducirá la violencia y que sus fuerzas de seguridad asumirán progresivamente las tareas que ahora desarrollan las tropas de EE UU y otros países.
"La única forma de perder"
Por su parte, el vicepresidente Dick Cheney criticó en Irak a los que proponen "una retirada repentina" y a los que "han sugerido que esta guerra no se puede ganar", en alusión a Howard Dean, presidente del Partido Demócrata. "Se equivocan", añadió ante las tropas norteamericanas: "La única forma de perder esta batalla es abandonar, y esa no es una opción". El vicepresidente, que dijo sentirse "estimulado" por la jornada electoral y que aún confía en que la historia le absolverá, dijo también: "Creo que cuando miremos hacia atrás, dentro de 10 años, nos daremos cuenta de que 2005 fue un año histórico en Irak".
El vicepresidente -que no había vuelto a Irak desde 1991, cuando era secretario de Defensa, y que viajará a Afganistán, Pakistán, Arabia Saudí, Omán y Egipto- se entrevistó con el presidente Jalal Talabani y con el primer ministro Ibrahim Al Yafari. Ninguno había sido alertado del viaje. Talabani afirmó, según fuentes oficiales, que Cheney era "un héroe de la liberación de Irak", le agradeció "la ayuda a los iraquíes para acabar con la dictadura" y dijo que "el nuevo Irak será un modelo democrático para Oriente Medio".
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