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APUNTES

Nieto renunciará a la nueva universidad a distancia si no hay espacio para ella

El consejero niega que vaya a competir con las públicas frente al recelo de los rectores

Ignacio Zafra

El consejero de Empresa, Universidad y Ciencia, Justo Nieto, anunció recientemente el nombramiento del presidente y del secretario de la fundación que debería dar lugar a la nueva Universidad Internacional de la Comunidad Valenciana. Un proyecto "ambicioso" cuyo campo de actuación sería "el mundo", según Nieto, y en el que la educación a distancia por medio de Internet y el área de los posgrados tendrían un peso clave.

El presidente de la fundación es el catedrático y poeta Jaime Siles, elegido por ser "un hombre de prestigio internacional" con un "currículo académico y literario muy amplio" y relaciones laborales con universidades extranjeras.

Los primeros pasos serios hacia la creación de la octava universidad en la comunidad autónoma han despertado el recelo de los rectorados. El consejero, sin embargo, considera que ello responde a la falta de información, y asegura que prácticamente todas las características del nuevo organismo están por definir. La decisión de crearla ni siquiera está tomada, añade.

Los rectorados manejan tres argumentos contra el proyecto: falta de demanda social; rivalidad con las existentes y desvío de la financiación

La primera misión de la fundación, controlada por la Generalitat, consiste en elaborar una "memoria de viabilidad". "Si la memoria lo valida [el proyecto], seguiremos adelante, si la memoria dice que hay que esperar, que hay que hacerlo de otra manera, o que no hay que hacerlo, pues eso será exactamente lo que hagamos". "El objetivo no es crear algo forzado".

Los rectorados de la Universitat de València, Alicante y Castellón opinan que en una época de caída demográfica y descenso en la matriculación de alumnos, "no hay espacio" para una nueva universidad. Y que el nuevo organismo competirá inevitablemente con las suyas.

Nieto insiste en que no lo hará. "No tiene sentido crear una universidad que venga a competir con las que existen. Lo que hará esta universidad, si alguna vez se crea, será potenciar, animar, ampliar lo que se está haciendo" por las universidades ya existentes. "Colaborar" desde el principio: El consejero quiere que las cinco universidades públicas valencianas, las delegaciones de la Universidad Nacional de Educación a Distancia y de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo participen en su gestación. La nueva institución les permitiría unir fuerzas para afrontar iniciativas, como la expansión por América, que por sí solas no pueden realizar, concluye.

La fundación impulsada por el Consell quiere situar la sede del rectorado en el edificio que actualmente ocupa la Audiencia Provincial de Castellón, cuyo traslado está decidido. Eso explica, probablemente, que el discurso más crítico con el proyecto proceda de la Jaume I.

En primer lugar, afirman fuentes institucionales, "no responde a ninguna demanda social"; la creación de la Miguel Hernández de Elche "generó polémica, pero al menos detrás había un municipio que lo respaldaba". Y en segundo lugar, "las cinco universidades públicas, por separado o conjuntamente, están en condiciones de dar formación on line. De hecho, ya la están ofreciendo. Si la Generalitat cree que se debe potenciar podríamos hacerlo". El rector Francisco Toledo considera por último que dos meses después de haber pactado un plan de financiación "rácano" no es coherente destinar fondos públicos a una nueva universidad.

"Yo no veo el espacio, y me gustaría tener más detalles sobre lo que se quiere hacer", afirma el vicerrector de Estudios de la Universitat, Antonio Ariño, que agrega: "Me gustaría ver un estudio serio, en el que se calcule cuántas universidades y cuántos títulos debería haber en la Comunidad Valenciana, pero no ahora, sino de aquí al 2020. Que es pasado mañana".

La indefinición de la posible nueva universidad es notoria. El consejero fía en la memoria de viabilidad todos sus aspectos, incluidos los de si finalmente tendrá o no una parte presencial. De este punto dependerá además, probablemente, la naturaleza de la institución. Si no tiene ningún rasgo presencial se optará por un modelo "como el de la UOC" (Universitat Oberta de Catalunya), para la que no rigen las normas de organización y funcionamiento de las universidades públicas, en materias como la elección del rector. Nieto no descarta que sí tenga una parte presencial, lo que llevaría a estructurarla "como las universidades públicas actuales", pasando por las Cortes.

El desconocimiento despierta todo tipo de suspicacias. En un rectorado preocupa que la universidad, centrada en los posgrados, dependa de una fundación controlada por el Consell. Al Consell corresponde aprobar las propuestas de posgrados de las cinco universidades públicas. "Vamos a estar muy atentos a cómo resuelve el tema la consejería, porque los posgrados rechazados podrían estarse reservándose a la nueva universidad".

En otra universidad sospechan que "debe haber un compromiso desde hace tiempo con la gente que hay detrás del proyecto" ¿A qué gente se refieren? "No nos sorprendería que estuviera implicado algún grupo religioso".

En los campus preocupa que la nueva universidad esté controlada y alineada con las tesis de la Generalitat en materias como la lengua. Las cinco universidades públicas, al contrario que el Consell, defienden la equivalencia entre valenciano y catalán, "y tenemos una repercusión importante en este aspecto a través de la Red", afirma un rector. El primer boceto de la Universidad Internacional apareció en el programa electoral del Partido Popular, en las últimas elecciones, bajo el nombre de Universitat Lliure.

Hay, por último, quienes no descartan que la nueva universidad sea un empeño de Nieto por dejar su marca personal en el sistema universitario valenciano.

El consejero asegura que la creación de la universidad pertenece en todo caso a "otra etapa". Lo importante ahora es esperar a las conclusiones del estudio de viabilidad, fijar en su caso la estructura e implicar al resto de las universidades con un proyecto del que pueden salir beneficiadas. La Universidad Internacional podría ser convertirse en un "un órgano de financiación y coordinación" que les permitiera elaborar productos académicos "complejos".

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Sobre la firma

Ignacio Zafra
Es redactor de la sección de Sociedad del diario EL PAÍS y está especializado en temas de política educativa. Ha desarrollado su carrera en EL PAÍS. Es licenciado en Derecho por la Universidad de Valencia y Máster de periodismo por la Universidad Autónoma de Madrid y EL PAÍS.

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