A pie al aeropuerto
Las protestas de los vecinos de Castelldefels contra el ruido de los aviones bloquean los accesos
Los vecinos de Castelldefels protestaron ayer contra el ruido de los aviones que sobrevuelan el municipio cortando los accesos por carretera al aeropuerto de Barcelona. Al no poder llegar hasta las instalaciones, muchos usuarios tuvieron que cargar con su equipaje e ir a pie hasta las terminales.
"Llevábamos esperando en el taxi 20 minutos y no nos movíamos, nuestro avión va a salir y aún tenemos que facturar", se quejaba uno de ellos, Javier Moncayo, que arrastraba una bolsa con ruedas. Con cara acongojada, una mujer exclamaba con indignación: "La policía debería obligar a los manifestantes a dejarnos circular".
La protesta, que se repetirá el próximo 15 de enero, arrancó al mediodía en la C-31 a la altura de Gavà y en ella participaron un millar de personas, que circuló con sus coches lentamente hacia El Prat. Las consecuencias se magnificaron porque los vehículos ocuparon los dos carriles de la vía, y la Delegación del Gobieno sólo les había autorizado a ocupar uno. Además, al llegar al aeropuerto con sus pancartas -donde se leía Prou soroll- los manifestantes se negaron a entrar en el aparcamiento, como les habían indicado la Guardia Urbana. Y allí pararon los coches. El portavoz de la plataforma Prou Soroll y organizador de la protesta, Joan Anton Martínez, que intentaba que los vehículos dejaran de bloquear los accesos, admitió que estaban "privando los derechos de los usuarios". Pero lamentó: "Tampoco se han atendido nuestros derechos".
De acuerdo con las nuevas rutas aéreas aprobadas el pasado 27 de octubre, los aviones despegan por la pista principal sobrevolando Castelldefels. Así lo harán durante un año, tiempo que AENA necesita para finalizar las obras necesarias a fin de que puedan tomar el vuelo en la tercera pista y evitar los núcleos poblados.
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