Los sondeos favorecen a Evo Morales en las elecciones de Bolivia
El líder indígena saca cinco puntos de ventaja al tecnócrata Jorge Quiroga
Evo Morales y Jorge Quiroga, el Evo y el Tuto, campesino e ingeniero, el poncho y la corbata. Dos visiones de Bolivia polarizaron la campaña que culminará este domingo en las elecciones generales. Concluyeron ayer sus actividades proselitistas en un clima de expectación y de temor. Según una última encuesta, Morales saca cinco puntos de ventaja a Quiroga, que obtendría, no obstante, el control del Senado, clave para la gobernabilidad.
Los dos candidatos escogieron la plaza Villarroel para el cierre de sus campañas en La Paz. Los dos, también, guardaron un minuto de silencio por los 60 muertos que se cobraron las movilizaciones en 2003, que derrocaron al presidente Gonzalo Sánchez de Lozada. En los dos mítines hubo fuegos artificiales, collares de flores y confetis. Pero ahí acaban las coincidencias.
El martes por la noche, la plaza se inundó de banderas azules del Movimiento al Socialismo (MAS), del aymará Evo Morales, de 46 años, dirigente sindical y cocalero. Habló primero el candidato a la vicepresidencia, el sociólogo Álvaro García Linera, vestido con un poncho rojo y haciendo gala de una vibrante oratoria. "La historia lo marca así: 513 años de dominio colonial, 180 años de discriminación republicana y 20 años de nefasto liberalismo. ¡Cerrando la noche neoliberal renacerá la patria de la mano de sus combatientes, del pueblo trabajador!".
El Evo, poncho marrón y bastón de mando indígena en mano, definió después al MAS como "el instrumento político para la liberación de los pueblos". "Vamos a enfrentar al imperialismo norteamericano. Somos los comandantes para liberar Bolivia (...) Nacionalizaremos el poder ejecutivo, el legislativo y el judicial para nacionalizar todos los recursos naturales". Y esgrimiendo un quimsa charani, un pequeño látigo de cuerpo tres puntas, dijo: "Este chicote será para los corruptos y para los vendepatrias".
Al día siguiente, la plaza se llenó con las banderas rojas de Poder Democrático y Social (Podemos). Su candidato, Tuto Quiroga, de 45 años, ingeniero y administrador de empresas formado en EE UU, fue ministro de Hacienda y luego presidente durante un año. En vaqueros y afónico, Quiroga defendió la firma del Tratado de Libre Comercio con EE UU y la apertura de nuevos mercados para generar empleos. Respecto a los hidrocarburos, abogó por nacionalizar los beneficios y renegociar las condiciones con las petroleras extranjeras (entre ellas, la española Repsol). Y luego el catálogo de promesas, entre ellas crear el seguro universal de salud y luchar contra la discriminación de la mujer. Su vicepresidenciable, la periodista de televisión María René Duchen, animó a "votar con la cabeza".
La última encuesta de la consultora francesa Ipsos, publicada el miércoles, otorga a Morales una intención de voto del 34,2%, frente al 29,2% de Quiroga. En cambio, Podemos obtendría 15 de los 27 senadores y seis de los nueve prefectos (gobernadores departamentales). El MAS se queda con 11 senadores y no logra un solo gobernador. El sondeo dibuja un escenario de difícil gobernabilidad. Ante la falta de mayoría absoluta, será el nuevo Congreso el encargado de escoger entre ambos candidatos.
Fue el miércoles, también, cuando se conoció que el Banco Santander Central Hispano (BSCH) había vendido la participación que tenía desde 1996 en el Banco Santa Cruz (un 96% de las acciones). El presidente de la Cámara de Comercio, Guillermo Morales, vio en esta operación un síntoma de la incertidumbre política y de la falta de seguridad jurídica en Bolivia. Otros analistas restaron importancia a la operación, que se insertaría en la decisión del BSCH de concentrar sus actividades en determinados países latinoamericanos, como Chile, México o Brasil.
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