Los inquilinos tendrán ventajas fiscales en el nuevo IRPF

Hacienda planea devolver al arrendatario un derecho que perdió en la primera reforma fiscal del PP: la desgravación fiscal por alquiler de vivienda. El secretario de Estado de Hacienda, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, aseguró ayer que su departamento estudia repartir con el arrendatario los beneficios fiscales de los que ahora sólo disfruta el arrendador. La propuesta se enmarca en la reforma del IRPF que se aplicará en 2007.

Actualmente el arrendador puede deducirse hasta el 50% de los rendimientos netos percibidos por alquilar su piso (es decir, sólo tributa por la mitad una vez descontados los gastos), mientras que el arrendatario se beneficia exclusivamente de algunas deducciones autonómicas. Fernández Ordóñez entiende que los beneficios para el inquilino supondrían un incentivo para declarar el piso, según explicó durante su intervención en el Foro Cinco Días. La deducción se aplicaría en la cuota (tras descontar los mínimos personales y familiares y aplicar la tarifa), aseguran fuentes de Hacienda.

La fiscalidad para compra de vivienda se mantendrá esencialmente como ahora: una deducción del 15% en las cantidades destinadas a adquisición, con una aportación máxima de 9.015 euros anuales, aunque se puede suprimir el 25% de deducción para los dos primeros años.

El responsable de Hacienda abundó también en el modo como se producirá la rebaja del IRPF. Más que bajar el tipo máximo (el 45%), Hacienda ampliará los tramos de ingresos gravados con cada tipo. Es decir, un nivel más alto de ingresos tributará al mismo tipo, lo que supone una rebaja fiscal. "Haremos un mix de las dos cosas", aclaró.

Pensiones complementarias

La reforma fiscal también aplicará importantes beneficios fiscales a las pensiones privadas complementarias. "Vamos a concentrar los beneficios fiscales en las clases medias". Fernández Ordóñez citó como ejemplo que si los contribuyentes aportan una media de 8.000 euros anuales a la Seguridad Social, las cantidades a fondos de pensiones que sobrepasasen ese nivel destinado al sistema público tendrían un tratamiento muy beneficioso.

La idea de Hacienda es fomentar que esas rentas se perciban a lo largo de la vida del pensionista en lugar de cobrarlas en una vez. Se pretende, además, impedir que las aseguradoras se queden con el remanente cuando el pensionista muere joven.

Respecto a la fiscalidad del ahorro, el Gobierno pretende unificar el tratamiento fiscal, ahora muy dispar en cuanto a los productos (cuentas corrientes, fondos, seguros...) y en cuanto a la antigüedad. Fernández Ordóñez se mostró partidario de utilizar "la guía del 15%", es decir, el tipo al que ahora tributan los capitales. "Cambiar las expectativas en eso es muy complicado", añadió, con lo que parece descartar la idea inicial de elevar esa tributación al 18%.

El responsable de Hacienda se refirió a la reforma del impuesto de sociedades para advertir de que la anunciada rebaja de tipos (del 35% al 30% en general y al 25% para pequeñas y medianas empresas) sólo se producirá si se eliminan deducciones. Si no prospera esa poda de deducciones, "la bajada de tipos será menor", vaticinó, pues Hacienda no se puede permitir perder 4.000 millones de euros anuales de recaudación.