Reciclaje creativo para combatir el consumismo

Nada es lo que parece. En el festival de arte y reciclaje Drap Art, que se celebra desde mañana hasta el domingo en el Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona (CCCB), los abundantes desperdicios producidos por nuestra opulenta sociedad pierden sus características originarias para convertirse en expresiones de la creatividad contemporánea. Bajo el lema Lo que es basura para unos, es un tesoro para otros, los más de 50 participantes de la novena edición del festival se aproximan al reciclaje creativo desde diversas disciplinas.

Las propuestas van de una instalación monumental, realizada con fregaderos inox, del colectivo Trashformaciones, hasta biquinis, chancletas y otras prendas de vestir hechas con las radiografías de las partes del cuerpo correspondientes. En otros casos el reciclaje es menos evidente e incluso difícil de descubrir a la primera mirada, como en un corpiño tejido con viejas cintas magnéticas musicales o unos pequeños robots fabricados con navajas de afeitar desechables. "Reciclar significa no sólo reutilizar y recuperar, sino también revalorizar, lo cual contribuye a fomentar un consumo más reflexivo y responsable", señala Tanja Grass, creadora y directora de Drap Art, que desarrolla a lo largo de todo el año una actividad de exposición y venta de obras y talleres de reciclaje creativo en el Espai Drap Art / La Carbonería (Groch, 1).

Además de las piezas que conforman la exposición colectiva, ubicadas en el Aparador y en el C3 Bar, durante el fin de semana se instalarán en el vestíbulo los 25 puestos del Mercat de Nadal. "El mercadillo es una forma de dar la vuelta al frenesí consumista navideño y también de contribuir a nuestra supervivencia económica", explica Grass, quien señala que este año, por primera vez, ha conseguido una subvención de 16.000 euros de la Generalitat. En el mercadillo se encuentra bisutería hecha con CD o con virutas de la industria metalúrgica, bolsos realizados con llantas de bicicletas o latas de conservas, lámparas construidas con paquetes de cigarrillos y los last minute dress, vestidos de noche confeccionados con retales de telas nobles, comprimidos para poderlos llevar en el bolso para cualquier emergencia festiva. "El reciclaje es una forma de artesanía contemporánea", afirma Grass mientras señala unos monederos elaborados en México con los envoltorios de las golosinas tejidos a ganchillo.

También habrá talleres para niños y adultos, y el colectivo valenciano Equipo Vortex, que presenta unas máscaras hechas con garrafas de agua, enseñará al publico cómo hacerlas. El sábado, Pole Pole dará un concierto con instrumentos convencionales y otros menos habituales, como una vieja máquina de escribir y una tetera con agua hirviendo. El domingo, Ben Roberts hará scratches con discos de vinilo que el público podrá contribuir a rayar y el brasileño Diego Ain clausurará el festival con una performance de percusión corporal con objetos cotidianos.