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Bachelet y Piñera pelearán por el voto de centro para la presidencia de Chile

Los dos candidatos comienzan la campaña de la segunda vuelta electoral

Jorge Marirrodriga

"El que quedó segundo". Con esta expresión se refirió la socialista Michelle Bachelet en dos ocasiones al derechista Sebastián Piñera durante la celebración ante cientos de seguidores de la victoria obtenida en la primera vuelta de las elecciones presidenciales del pasado domingo. Ésa y otras frases -"ni todo el dinero del candidato de la derecha conseguirá forzar el derecho de la mayoría"- muestran cómo ya ha comenzado la campaña de la segunda vuelta, que se celebrará el 15 de enero, después de una votación que ha revelado una gran igualdad entre la izquierda y la derecha en Chile.

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"El que quedó segundo". Con esta expresión se refirió la socialista Michelle Bachelet en dos ocasiones al derechista Sebastián Piñera durante la celebración ante cientos de seguidores de la victoria obtenida en la primera vuelta de las elecciones presidenciales del pasado domingo. Ésa y otras frases -"ni todo el dinero del candidato de la derecha conseguirá forzar el derecho de la mayoría"- muestran cómo ya ha comenzado la campaña de la segunda vuelta, que se celebrará el 15 de enero, después de una votación que ha revelado una gran igualdad entre la izquierda y la derecha en Chile.

El Ministerio del Interior facilitó ayer las cifras definitivas del recuento de votos, según las cuales Bachelet, de la coalición de centroizquierda Concertación Democrática, ha obtenido el 45,95% de los votos, Piñera de Renovación Nacional (RN) el 25,41%, el derechista Joaquín Lavín de la Unión Demócrata Independiente (UDI) el 23,22% y Tomás Hirsch, de la coalición entre comunistas y humanistas Juntos Podemos Más, el 5,4% de los sufragios. Se trata del peor resultado obtenido por la Concertación en los 16 años que lleva en el poder y Bachelet dejó claro desde el primer momento que ha entendido el aviso del electorado.

"A los amigos les digo que menos peleas, menos declaraciones a los diarios y más trabajar", subrayó la ex ministra de Defensa mostrando una faceta enérgica poco vista durante la campaña electoral, en la que se había destacado más su talante conciliador y amable.

Otras cosas cambiarán en su estrategia electoral para la segunda vuelta de enero. Según confirmaron fuentes del Partido Socialista habrá una mayor identificación de Bachelet con la exitosa gestión del presidente Ricardo Lagos y un mayor protagonismo de la Democracia Cristiana, partido mayoritario en la coalición. De hecho, en la noche del pasado domingo (madrugada en España) el presidente democristiano, Adolfo Zaldívar, se situó junto a Bachelet. Poco antes había pedido el apoyo de los votantes democristianos para Bachelet en la segunda vuelta.

El gran perdedor

En el campo contrario, Piñera -a escasas manzanas del lugar donde el centroizquierda celebraba su triunfo- seguía apelando al voto moderado en sus primeras palabras. "Vamos a seguir convocando a la gente de centro, a la gente independiente, a la que comparte nuestros valores de humanismo cristiano". A su lado estaba el derechista Joaquín Lavín, el gran perdedor de estas elecciones, quien cuando los primeros resultados apuntaban que Piñera pasaría a la segunda vuelta, no esperó a que se confirmara su derrota y acudió al hotel donde se habían reunido los simpatizantes de Piñera, y allí fue recibido por el líder de RN. Ambos dirigentes mantuvieron una reunión a solas por espacio de media hora, al término de la cual se presentaron juntos ante el público. "No me tocó. Es la vida. Ahora tenemos una opción muy grande de llegar al Gobierno. Hay que jugársela a fondo", señaló Lavín, quién pidió a sus seguidores el voto para Piñera en la segunda vuelta, a la vez que se convertía en su jefe de campaña.

Pero la fórmula de la unión de votos de la derecha -un 48,63% sobre los resultados del domingo- no está tan clara por dos razones: en la UDI, el partido de Lavín, hay importantes reticencias a apoyar la candidatura de Piñera, el hombre que ha desactivado las opciones del partido para alcanzar la presidencia de la república y además, ideológicamente, está mucho más al centro. La otra razón es que la UDI después del domingo es el primer partido en el Parlamento con 34 diputados y en la dirección de la formación derechista hay figuras que no quieren dar un apoyo incondicional a Piñera.

Un caso parecido ocurre en la izquierda. Aunque la suma de los votos de la Concertación y Juntos Podemos Más alcanzaría el 51,35% en la segunda vuelta, tampoco en la izquierda están muy convencidos de un apoyo incondicional a la candidata socialista. De hecho, Hirsch ha anunciado que su voto en enero será nulo.

Bachelet, en Santiago de Chile tras conocer el resultado electoral.
Bachelet, en Santiago de Chile tras conocer el resultado electoral.REUTERS

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Sobre la firma

Jorge Marirrodriga
Doctor en Comunicación por la Universidad San Pablo CEU y licenciado en Periodismo por la Universidad de Navarra. Tras ejercer en Italia y Bélgica en 1996 se incorporó a EL PAÍS. Ha sido enviado especial a Kosovo, Gaza, Irak y Afganistán. Entre 2004 y 2008 fue corresponsal en Buenos Aires. Desde 2014 es editorialista especializado internacional.

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