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EL FUTURO DE LA CIUDAD

La Generalitat compra suelo para construir "los nuevos ensanches"

Oriol Nel.lo anuncia 32 grandes operaciones estratégicas en un curso celebrado en el CCCB

El secretario general de Planificación Territorial de la Generalitat, Oriol Nel.lo, explicó ayer en el CCCB algunos aspectos del nuevo programa de suelo residencial de la Generalitat. "Estamos comprando el suelo para los nuevos ensanches", indicó. Se trata de 32 grandes operaciones de carácter estratégico que permitirán construir cerca de 80.000 viviendas, la mitad de protección oficial. Nel.lo fue uno de los ponentes del curso Ciudades en (re)construcción: necesidades sociales, mejora de barrios y nuevas herramientas de transformación urbana, que hasta mañana se celebra en Barcelona.

El curso, que organiza el Consorcio Universidad Internacional Menéndez Pelayo de Barcelona, tiene como objetivo analizar la reconstrucción de zonas urbanas degradadas a partir de ejemplos locales e internacionales y de otras aportaciones desde el derecho, la política o la antropología. "El detonante fue la Ley de Barrios de la Generalitat, pero sobre el curso planean los sucesos en los suburbios franceses y también los derrumbes de casas de las últimas semanas", indica Xavier Valls, director del curso junto a Josep Maria Llop.

Tras un periodo en el que parecía que en Cataluña se había detenido el proceso de segregación espacial de las clases sociales más desfavorecidas originado por el desarrollismo de los años sesenta y setenta, la subida del precio de la vivienda y la nueva oleada migratoria está invirtiendo el proceso. "En Cataluña, el proceso de segregación corre el riesgo de agravarse y puede perpetuarse si no se detiene esta espiral negativa", señaló Nel.lo, que analizó las causas de esta transformación -la propia estructura del capitalismo y el mercado inmobiliario español, entre otras- y apuntó algunas políticas que se están aplicando para evitarla. La reforma de la Ley de Suelo, la Ley de Barrios o esta operación masiva de compra de suelo para construir nuevas viviendas son algunas de ellas. Este programa del suelo 2005-2008 supone, indicó Nel.lo, poner en marcha "32 grandes operaciones de suelo residencial de carácter estratégico" que permitirán construir cerca de 80.000 viviendas, la mitad de protección oficial. "Estamos en contra de los guetos y a favor de la diversidad social", indicó Nel.lo, que recordó que en la reforma de barrios catalanes se prevé invertir unos 800 millones de euros en siete años, una cantidad ligeramente superior a los fondos que la Unión Europea ha destinado en el último cuatrienio a actuaciones en barrios degradados en toda Europa.

Los programas urbanos de la UE y la nueva política de vivienda catalana -la directora general de vivienda de la Generalitat, Carme Trilla, cifró en unas 163.000 las viviendas que precisan rehabilitación, de las que unas 60.000 están en muy mal estado- fueron otros puntos del debate, que dio un giro casi copernicano por la tarde. Si hasta entonces se habían explicado políticas concretas, con la intervención del geógrafo Neil Smith el acento se puso en la reflexión crítica. A juicio de Smith, las políticas de regeneración urbana de la Unión Europea "son pura retórica" que lo único que hacen es "reforzar la economía neoliberal excluyente" que genera la segregación. Para ello se sirve del concepto gentrificación, que se utiliza para explicar el proceso mediante el cual un barrio de clases trabajadoras que se ha ido degradando empieza a ser reformado y ocupado por las clases medias, que expulsan así a sus antiguos habitantes a otras zonas periféricas. "Las ciudades han entrado en una competición que las convierte en centros de producción para la economía global, por lo que estos procesos de regeneración urbana lo que pretenden es dar más valor a las ciudades, y el beneficio de la inversión pública acaba en el bolsillo de los privados".

La última intervención corrió a cargo del jurista Juli Ponce, que consideró ilegal por desproporcionada la restricción de la libertad de empresa y de culto que ha impulsado el consistorio de Banyoles en un barrio de inmigrantes para evitar, supuestamente, la segregación.

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