Jamón serrano al pie de los Andes
Nicolau impulsa la filial Compañía Andina para elevar su presencia en el mercado americano
Jamones Nicolau, con una facturación de sólo algo más de siete millones de euros, no es una de las principales empresas en el sector. Sin embargo, la empresa valenciana, que inició su actividad en los años cuarenta, es una de las que han hecho de la exportación y de los mercados exteriores su principal apuesta. Esta estrategia ha culminado con la puesta en marcha de una planta de secadero de jamoness al pie de los Andes chilenos para abordar el conjunto de los mercados del continente americano. Esta iniciativa le ha supuesto recibir este año el reconocimiento el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentacion con un premio a la mejor empresa exportadora.
La empresa valencia se ha convertido en la primera que elabora jamón serrano fuera de España siguiendo las normativas comunitarias
La primera ofensiva de la empresa valenciana en el exterior se ha centrado en años precedentes en el conjunto de los mercados comunitarios donde destaca el acuerdo suscrito con el grupo de distribcion Metro para la venta de sus productos de jamón serrano en Alemania. Sin embargo, por razones de cultura, en la actualidad el grupo ha hecho una decidida apuesta por crecer en el conjunto del mercado americano, desde el cono sur hasta Estados Unidos.
Esta estrategia se tradujo hace poco más de dos años en la constitución de una empresa en Chile, Compañía Andina de Jamón Serrano, con una mayoría del accionariado en manos del grupo español y donde tienen una pequeña participación varios socios locales. Tras lograr una importante penetración en los mercados americanos desde España se había considerado algo indispensanble colocar la producción en esa zona como estrategia para abordar el conjunto de esos mercados.
"Apostamos por instalarnos en Chile", señala el director comercial, Vicente Nicolau, por la existencia en ese país de una serie de factores positivos. Tiene unas excelentes condiciones climatológicas y goza de una buenas situación geográfica. Dispone de amplias garantías sanitarias y se trata de un país con una gran estabilidad política y económica". La empresa chilena se halla ubicada en la zona preandina, en la localidad de San Francisco de Mostazal. La producción de jamones se inició solamente hace poco menos de un año de acuerdo con la normativa comunitaria de Especialidad Tradicional Garantizada.
Inicialmente, la planta tuvo una capacidad de oferta de 500 jamones por semana, para pasar actualmente a las 1.000 unidades, cifra que se pretende seguir ampliando en función de la apertura de los mercados. Para los responsables de la empresa, producir jamón serrano en Chile supone unos menores costes que en España. El precio de la materia prima es más barato que en España y, según los análisis hechos por la empresa, se trata de una carne de gran calidad que reúne todos los requisitos higiénico-sanitarios. Todo ello se considera muy importante para lograr una mayor competitividad en los mercados del Nuevo Contienente.
Los expertos consideran que las condiciones del secadero en la zona donde se ha construido la planta son igualmente las más idóneas para lograr un jamón serrano fuera de España con una calidad similar a la que se obtiene en la península.
La planta de producción de jamones de Chile ha sido homologada por el Gobierno de ese país para la exportación. Para los responsables de la empresa española, esta actuación se enmarca igualmente en la política de cooperación entre la pequeña y mediana empresa española y el Ejecutivo chileno para aumentar la productividad en ese segmento de la economía de ese país.
Política comercial
Con su instalación en el país andino, Jamones Nicolau se plantea como principal objetivo desarrollar una política comercial no solamente en los países latinoamericanos, sino también en otros de Asia y muy especialmente en Estados Unidos, donde siguen siendo muy difíciles las condiciones de acceso desde España. La empresa valenciana se ha convertido en la primera firma del mundo que elabora jamón serrano fuera de España siguiendo las normativas comunitarias.
Según los datos del último ejercicio, Jamones Nicolau tuvo una facturación de poco más de siete millones de euros. De esta cifra, 2,6 millones de euros correspondieron a las ventas en el mercado nacional, mientras las exportaciones ascendieron a 4,5 millones de euros. La apuesta del grupo valenciano por los mercados exteriores fue reconocida este año por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentacion con un premio a la mejor empresa exportadora.
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