El 'caganer' amenaza Estados Unidos
Anna Maria Pla moldea cada año cerca de 5.000 figurillas de un personaje que ya se vende por todo el mundo
Anna Maria Pla Massot, de 59 años, ceramista y pesebrista, es desde hace tres décadas la fabricante de caganers más importante del mundo. En su taller de L'Estartit (Alt Empordà) se moldean anualmente cerca de 5.000 figuras de este singular personaje que los manuales de los estudiosos definen como "elemento de imaginería popular que representa a un individuo agachado, con las nalgas al descubierto, satisfaciendo sus necesidades al aire libre".
El caganer ocupa un lugar de honor en la feria de belenes de Cataluña, pero también se le puede encontrar en los de Murcia, Nápoles y Portugal. Este personaje, que empezó siendo una pieza obligada en los nacimientos ochocentistas, se ha convertido hoy en un objeto apreciado, buscado y cotizado de coleccionista. Los expertos aseguran que existen aficionados que han logrado reunir más de 2.000 caganers diferentes. Su precio habitual oscila entre 4 y 12 euros. Las piezas antiguas pueden costar varios cientos de euros.
Del Quijote a Bush
"Estas Navidades, como todos los años por estas fechas, hemos sacado al mercado nueve cagadors nuevos", asegura Anna Maria Pla mientras señala las estatuillas del Quijote y Sancho Panza; los futbolistas Pujol y Eto'o; el presidente del Parlament, Ernest Benach; el lehendakari, Juan José Ibarretxe; el presidente de Estados Unidos, Georges W. Bush; un diablo de las comparsas del correfoc, y un bebé con chupete en la boca. Algunos aseguran que se trata de una alegoría de la infanta Leonor, pero la artista lo desmiente afirmando que no es más que un homenaje a su nieta Alba, que acaba de cumplir 18 meses.
Los vendedores defienden a ultranza el producto y aseguran que es una mercancía tan seria como los libros. El éxito de esta pequeña figurilla ha empezado a inundar el mercado internacional. Las ventas, que se realizan también a través de Internet (www.caganer.com), han llegado a Estados Unidos, donde la figura del caganer Bush ha sido ya colocada en los nacimientos de algunos destacados demócratas.
El caganer es una obra artística sin fronteras. Está esta abierto a todas las opciones, incluso puede personalizarse, por encargo, con el rostro de cualquier persona. El precio: 650 euros, que es el valor del molde, al que hay que sumar seis euros por cada una de las figuras de una tirada, que puede llegar a 50 ejemplares.
Esta pequeña industria, hasta hoy de carácter artesanal y familiar, esta alentada por la Associació d'Amics del Caganer, fundada en las Navidades de 1990, de la que forman parte un buen número de ciudadanos, en su mayoría profesionales liberales, entre los que se incluye una ciudadana norteamericana, Cinthia Lisuk. La asociación publica cada seis meses un boletín titulado Caganofil y otorga el título de caganer del año en el transcurso de una cena que se celebra el 15 de diciembre.
Sin embargo, la trayectoria floreciente de la industria del caganer se ha visto este año empañada por la negativa del Ayuntamiento de Barcelona a colocar esta figura en el tradicional nacimiento de la plaza de Sant Jaume. Los sectores críticos afirman que se trata de la primera víctima de las nuevas ordenanzas cívicas, que serán aprobadas dentro de tres semanas, en el último pleno del año, y que prohíben, entre otras cosas, hacer las necesidades en la vía pública.
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