No, gracias
Durante los últimos meses parecía haber quedado resuelto el problema de la instalación de una central eléctrica de ciclo combinado en una zona del Puerto de Sevilla, al existir informe contrario del Ministerio de Medio Ambiente por motivos de contaminación. Sin embargo, al amparo del "culebrón" Endesa-Gas Natural, los directivos actuales de Endesa, cuyo presidente recordemos fue colocado por el Gobierno Aznar en la privatización, parecen haber decidido reavivar la cuestión con objeto de poner de manifiesto no se sabe que persecución de Endesa por parte de las autoridades.
Para reabrir el debate los directivos de Endesa han manifestado su intención de recurrir al contencioso administrativo y han comenzado a salir en aluvión en los medios de comunicación a hacer declaraciones, que en muchos casos dejan bastante que desear por su escaso fundamento técnico o por la ocultación de elementos de juicio fundamentales.
Así, una de las cuestiones que intentan siempre ocultar estos directivos es que la producción de energía eléctrica no se realiza para una demanda localizada (Es decir la frase: "Sevilla necesita una central eléctrica" es una patochada). La energía eléctrica se produce para introducirla en la red nacional de alta tensión, que es gestionada por la empresa Red Eléctrica Española, y que se encarga de garantizar que en todos los puntos de la red española exista una cantidad de electricidad suficiente para atender la demanda. Eso significa que en cada momento estamos consumiendo energía eléctrica de distintos sitios, lo mismo puede venir de una central nuclear o de una eólica, que de España, de Francia o de Portugal.
En definitiva, que si se instala una central en Sevilla no es para que la consuman los sevillanos, pues lo mismo la energía producida en ella acaba vendiéndose en Marruecos. La prueba del nueve de lo anterior es que la Comunidad de Madrid, que es donde más energía eléctrica se consume de España no tiene ninguna central que produzca electricidad (ahora se está construyendo la primera en Morata).
En segundo lugar, esos directivos deberían aclarar que el hecho de que exista una central en el área metropolitana de Sevilla no va a significar que los precios de la electricidad sean más baratos para los sevillanos ya que las compañías fijan precios uniformes para los consumidores, distribuyendo todos los costes, incluidos los del transporte, por igual entre todos los consumidores. Tampoco lo van a ser para las empresas, porque las eléctricas sólo negocian precios con los grandes consumidores y estos consiguen precios más baratos con independencia de donde se produzca la electricidad.
Y en tercer lugar, también debería quedar claro que la instalación de la central en el área metropolitana no va a significar menores apagones, ya que la distribución es independiente de la producción, de forma que los apagones dependen del estado de la red de distribución y de las subestaciones. Al menos en eso si han rectificado los directivos ya que primero llegaron a decir que la energía iba a ser "más robusta" (otra patochada), dando a entender que habría menos posibilidades de cortes del suministro. Eso si, siguen olvidándose de afirmar que el suministro eléctrico es un servicio público y que las eléctricas están obligadas a prestarlo pues de lo contrario pueden ser sancionadas, como de hecho ya ha ocurrido en muchas ocasiones.
La realidad es que la producción de ciclo combinado, que consiste en producir electricidad mediante gas con un sistema de doble turbina, es contaminante (un tercio menos que la de carbón, pero contaminante). Eso significa que si se coloca en los aledaños de una gran conurbación como la sevillana, a la contaminación propia de la ciudad producida por automóviles, calefacción e industria ya instalada habrá que sumar la contaminación que produzca la nueva central.
Al parecer lo que pretenden aducir en su recurso es que para calcular las cifras de contaminación en el informe no se tiene en cuenta la reducción de contaminación a la que están obligadas las autoridades mejorando los sistemas de comunicación, etc. Dicho argumento, aparte de espurio, ya que es lo mismo que decir que "otros hagan el esfuerzo de reducir su contaminación para que yo pueda contaminar", simplemente no es aceptable por que los esfuerzos los tenemos que hacer todos para reducir la contaminación no para mantenerla. En cualquier caso este argumento no explica por qué el empeño de Endesa en colocar la central en los aledaños de la urbe sevillana y no en otros lugares menos contaminados.
En realidad la explicación es bien sencilla ya que se trata de lo de siempre: ganar más dinero a cualquier coste. Precisamente por eso es por lo que Endesa ha elegido ese sitio. El agua está al lado, en el río; el gas pasa por a muy escasa distancia a través del gaseoducto general que proviene de Argelia; y la red de alta tensión es la ya existente. Es decir, todo al lado y sin necesidad de gastar un euro más en largas conexiones a las redes. Pero es que además de las centrales de ciclo combinado se obtienen dos subproductos: agua desmineralizada y vapor. Dos productos que carecen de valor si la central está aislada ya que los costes de transporte los hacen difíciles de vender, pero que pueden producir ingresos adicionales importantes si la central se encuentra al lado de grandes polígonos industriales, ya que se los pueden vender a las empresas allí instaladas.
En definitiva, lo que callan los directivos de Endesa es que todo es cuestión de dinero. Tanto que han hecho las cuentas y les han prometido a las empresas del puerto, para buscar su apoyo, asumir los costes de las instalaciones eléctricas que les correspondan a las empresas. Eso sí lo que no dicen es que el dinero que cuestan esas instalaciones es mucho menor que el que Endesa tendría que pagar si se instala en otro lugar más alejado de Sevilla y de lo que perderían por no poder vender los subproductos.
En consecuencia, si los sevillanos van a tener que pagar lo mismo por la electricidad, si no va a producirse ninguna mejoría del servicio, si muy probablemente la energía eléctrica acabe siendo vendida en Marruecos (recordemos la instalación del segundo cable del Estrecho), ¿de verdad piensan los directivos de Endesa que los sevillanos nos vamos a tragar su contaminación para que ellos ganen más dinero? No, gracias, colóquenla Uds. en Madrid, que con sus argumentos allí hace más falta.
Luis Ángel Hierro es profesor de Economía de la Universidad de Sevilla y Diputado en el Congreso por el PSOE de Andalucía.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.