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VUELOS SECRETOS

La CIA cerró las 'cárceles' en Europa después de que la prensa revelara su existencia

La cadena ABC afirma que miembros de Al Qaeda estaban presos en una antigua base soviética

Los centros secretos de detención de sospechosos de terrorismo situados en dos países de Europa del Este en los que se acusa a la CIA de mantener a líderes de Al Qaeda cerraron sus instalaciones en noviembre, después de que se difundiera su existencia, según la cadena de televisión norteamericana ABC. George W. Bush dijo ayer que EE UU no tortura y no entrega prisioneros a países donde se tortura. "Ésa ha sido y seguirá siendo nuestra política", subrayó. La ABC, citando fuentes de la CIA, añadió que los 11 miembros de Al Qaeda estaban en una antigua base aérea soviética en un país del Este.

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Según las investigaciones del grupo Human Rights Watch, el Boeing 737 con número de registro N313P de la CIA que había aterrizado en numerosos aeropuertos de Europa -entre ellos, el de Palma de Mallorca- y del norte de África voló el 22 de septiembre de 2003 de Kabul (Afganistán) al aeropuerto de Szymany, cerca de la ciudad polaca de Szcytno; al día siguiente, se dirigió al aeropuerto militar rumano Mihail Kogalniceau, de donde fue a Marruecos, y luego a Guantánamo. Los Gobiernos de Polonia y Rumania han negado la existencia de prisiones secretas en sus territorios.

La cadena de televisión -que informó recientemente de las "técnicas reforzadas para los interrogatorios" que EE UU no considera torturas, como privación del sueño y simulación de ahogo en agua- añadió que los 11 miembros de Al Qaeda han sido trasladados a "una instalación de la CIA en algún lugar del norte de África" y que el sistema se puso en pie a raíz de la detención en Pakistán de Abu Zabaydah, un hombre del círculo más estrecho de Osama Bin Laden. Siempre según las mismas fuentes, Zabaydah estuvo primero internado en una base aérea de Tailandia. La agencia, como es habitual, no quiso hacer ningún comentario.

No se ha desmentido ni confirmado tampoco la información publicada el 2 de noviembre en The Washington Post sobre los centros secretos que ha desencadenado la apertura de investigaciones en media docena de países y que alteran la gira de la secretaria de Estado, Condoleezza Rice, por Europa. Antes de viajar, Rice dijo que las operaciones encubiertas "salvan vidas europeas, americanas y de otros países" y que los países "tienen el derecho soberano" de tomar decisiones sobre la cooperación con EE UU: "Depende de los Gobiernos y sus ciudadanos decidir si quieren trabajar con nosotros para prevenir atentados y cuánta información reservada pueden hacer pública".

Bush aseguró ayer que no podía hablar sobre "actividades secretas" porque "en buena parte, para que haya éxito en la guerra contra el terrorismo, EE UU tiene que ser capaz de llevar a cabo esas operaciones". Pero aseguró: "Cumplimos las leyes de EE UU, no torturamos". El presidente añadió que tampoco se envían clandestinamente a sospechosos de terrorismo a otros países para ser torturados, refiriéndose a lo que se conoce como "entregas". El día anterior, Rice dijo: "Las entregas ponen fuera de juego a los terroristas, salvan vidas y no están prohibidas por las leyes internacionales". Bush añadió que las operaciones secretas tienen como objetivo proteger a los estadounidenses. Y añadió: "Intentaremos todo lo que sea posible, dentro de la ley, para protegernos".

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El Senado votó en octubre casi por unanimidad la prohibición de la tortura sobre cualquier detenido en cualquier parte.

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