Más tranquilidad de la esperada
La tranquilidad con la que transcurrieron las elecciones ayer sorprendió al Gobierno, que había estado advirtiendo de la existencia de una "trama" de sabotaje y de actos violentos por parte de los grupos opositores. "Fue un día más normal de lo que esperábamos", reconoció el ministro del Interior, Jesse Chacón, al cierre de los colegios electorales.
En vísperas de los comicios, en la noche del sábado, se había registrado una explosión en un oleoducto en una zona deshabitada del Estado petrolero de Zulia. No hubo víctimas, pero sí daños materiales y un derrame de crudo. El general Wilfredo Silva, jefe del Comando Unificado de la Fuerza Armada (Cufan), dijo que "todos los caminos conducen al sabotaje", aunque no suministró datos concretos acerca de los autores de la voladura. Según las primeras versiones, explosivos colocados en al menos tres puntos del oleoducto causaron la avería, que cortó el suministro de petróleo al Complejo Refinador Paraguaná, ubicado al norte del país.
El ministro del Interior insinuó que el atentado podría haber sido cometido por sectores violentos de la oposición con la intención de perturbar el proceso electoral. "Esa zona (la costa este del lago de Maracaibo) fue tradicionalmente controlada por la oposición", señaló.
A pesar de la calma reinante en todo el día, Chacón insistió en la existencia de una trama violenta que enlazaba, según el ministro, con el boicoteo electoral decidido por los principales partidos opositores, con las movilizaciones registradas la pasada semana en la Universidad de los Andes y con las reivindicaciones de los vendedores ambulantes de Caracas.
El Gobierno también había advertido de que algunos grupos radicales tenían previsto atentar en algunas de las iglesias donde se concentrarían los abstencionistas. "Sabemos que un grupo tiene planeado llevar a cabo atentados en las iglesias para atribuírselos a simpatizantes del Gobierno", había declarado la víspera de los comicios. El ministro aclaró que no acusaba con esa afirmación a la organización no gubernamental Súmate, que había convocado a los ciudadanos a concentrarse en los templos para orar por la democracia. "Son ciertos grupos que quieren aprovecharse de esa situación", dijo. En cualquier caso, el ministro aseguró que la acción de las autoridades impidió que la violencia se extendiera por el país.
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