Una bomba de la insurgencia mata a 10 'marines' en las afueras de Faluya

Diez marines de EE UU que patrullaban a pie por una fábrica en las afueras de la ciudad iraquí de Faluya murieron el jueves como consecuencia del estallido de una bomba, según informó ayer el Pentágono. Se trata de uno de los ataques más cruentos contra fuerzas estadounidenses este año en Irak. La muerte de los 10 infantes de marina coincide con los esfuerzos del presidente George W. Bush por recuperar apoyo popular para su estrategia en Irak y con el aumento de las voces que, en vista del número creciente de soldados muertos, exigen un calendario para la retirada.

En un comunicado difundido en Faluya, el Ejército de EE UU informó de que otros 11 marines resultaron heridos en el ataque. La misma fuente explicó que un "artefacto explosivo improvisado" fabricado con metralla fue el causante de la explosión. Al menos siete de los heridos se reincorporaron a sus tareas.

La explosión tuvo lugar mientras los marines patrullaban a pie por una fábrica situada al suroeste de Faluya -bastión de la insurgencia iraquí- en la tarde del jueves, dijo un funcionario del Pentágono que pidió el anonimato. El funcionario no quiso especificar de qué tipo de fábrica se trataba.

"Nos entristece la pérdida de vidas, sin importar si son uno, diez u once los soldados muertos", declaró el portavoz de la Casa Blanca, Scott McClellan. "Nuestro corazón y nuestras oraciones están con sus familias. Sus seres queridos han hecho un enorme sacrificio por una causa importante y siempre les estaremos agradecidos por sus servicios y sacrificios", agregó. Bush fue informado del incidente el jueves por la noche y de nuevo ayer por la mañana, dijo McClellan.

El comunicado militar señaló que los marines "prosiguen con sus operaciones contrainsurgentes en Faluya y zonas cercanas para crear un entorno seguro ante las elecciones nacionales del próximo 15 de diciembre". Los votantes iraquíes elegirán un nuevo Parlamento en esos comicios, que deberán servir -según los planes del Gobierno de EE UU- para estabilizar la situación en Irak.

Según cifras recopiladas por el Pentágono, 2.125 soldados de EE UU han muerto en Irak desde el comienzo de la invasión, en 2003. Más de 16.000 han sido heridos en combate.

El incidente de Faluya ocurrió un día después de que Bush diese a conocer su estrategia para derrotar a la insurgencia en Irak, durante un discurso en el que reconoció que las fuerzas en EE UU han sufrido serios reveses. El Pentágono tiene actualmente 160.000 soldados en Irak, tras enviar refuerzos para las elecciones.

Fuerzas estadounidenses e iraquíes pusieron ayer en marcha una operación para desbaratar la actividad rebelde en Ramadi, un día después de que, en una demostración de fuerza, decenas de insurgentes tomaran varias calles del centro de la ciudad durante dos horas. Unos 300 marines y 200 soldados del Ejército iraquí participan en la llamada Operación Zanca, última de una serie destinada a romper las redes rebeldes en la provincia de Al Anbar, epicentro de la insurgencia de los árabes suníes.

"El propósito de la operación es acabar con un grupo de terroristas que utiliza como base una zona de Ramadi para atacar a ciudadanos locales y a soldados iraquíes y estadounidenses", señaló un comunicado del Pentágono.