Seat deja plantado al comité y avisa de que peligran las inversiones

Frenazo en Seat. La dirección de la firma automovilística interrumpió ayer las negociaciones que mantiene con los sindicatos para minimizar el impacto del expediente de regulación de empleo (ERE) sobre 1.346 trabajadores, supeditó las bajas y excedencias voluntarias pactadas a un acuerdo global y aseguró que, sin acuerdo, la inversión de 700 millones anunciada el viernes "podría estar en peligro".

La empresa no está dispuesta a seguir negociando ante el "estancamiento" del proceso y la convocatoria de una huelga de 24 horas -la segunda en 20 días-, que se inició ayer a las 21.45.

La dirección considera "incomprensible la postura" sindical tras lo que considera una "prueba clara del firme apoyo de Volkswagen", señaló ayer el vicepresidente de recursos humanos, Ramón Paredes, en un comunicado oficial.

Los sindicatos, por su parte, no salen de su asombro por la actitud de la empresa en el fugaz encuentro -apenas duró un cuarto de hora-, puesto que la dirección ni siquiera quiso entrar a negociar la ampliación de la bolsa de horas, que ella misma planteó la semana pasada.

Es más, la dirección afirmó que las excedencias y bajas voluntarias incentivadas pactadas con los sindicatos 10 días atrás, y a las que ya se han apuntado 170 trabajadores, están "supeditadas" a un acuerdo global, y recordó que "ya no queda mucho tiempo para ello", puesto que el periodo de consultas del ERE finaliza el domingo.

El presidente de Seat, Andreas Schleef, manifestó a sus colaboradores que está dispuesto "a buscar un acuerdo hasta el último instante", pero también les recordó que no le temblará la mano para "tomar las medidas que hagan falta", como ya hizo en 2002 con el traslado del 10% de la producción del Ibiza a Bratislava (Eslovaquia), según fuentes cercanas a la dirección.