Aspirantes a políticos examinan a los ponentes del Estatuto

Ponentes de todos los partidos que han participado en la reforma del Estatuto catalán pasaron este Martes una de las pruebas más difíciles desde que comenzó la negociación. No tuvieron que explicar su postura en un mitin, en una rueda de prensa o ante sus colegas, sino a algunos de los que integrarán la generación de políticos del futuro.

Francesc Homs, de CiU; Lídia Santos, del PSC; Pilar Dellunde, de ERC; Ángeles Olano, del PP, y Jaume Bosch, de ICV, participaron ayer en un debate sobre el proyecto estatutario, organizado por la Unión de Estudiantes por el Futuro Profesional (UEPF), en la facultad de Ciencias Políticas de la Universidad Complutense de Madrid.

Los representantes de los grupos que han acordado la reforma (PSC, ERC, ICV y CiU) defendieron que ésta se ajusta a la Constitución, las virtudes del sistema de financiación y la importancia de que Cataluña sea definida como nación, mientras que la portavoz del PP explicó que su partido consideraba que el Estatuto vigente "todavía tenía margen", pero que, una vez iniciado el trámite para modificarlo, no se oponen a la totalidad de la reforma, sino a alguno de sus títulos que, entre otras cosas, "rompen la solidaridad con el resto de comunidades". Momentos después de que tomara la palabra, un grupo de estudiantes, con una pancarta en la que se leía Los nietos de Franco no son benvinguts [bienvenidos, en catalán], interrumpieron a la diputada y se colocaron delante del estrado, mientras una parte del público les aplaudía y otra les silbaba y gritaba: "¡Viva la libertad de expresión!". A los pocos minutos fueron desalojados sin violencia y el acto continuó con normalidad.

El ponente de ICV justificó la necesidad de la reforma para lograr más autogobierno para Cataluña, "lo que no excluye la capacidad de autogobierno de otras comunidades". Lídia Santos, por su parte, aprovechó su presencia en Madrid para criticar a los nacionalistas españoles. "¿Sienten ustedes el catalán o el gallego como una riqueza suya? ¿España es Cataluña o sólo es Castilla?", se preguntó. El representante de CiU, que aseguró sentirse sólo "nacional de Cataluña", afirmó que la definición de esta comunidad como nación es algo "irrenunciable" para su partido. Homs considera que no todas las comunidades son iguales y se mostró contrario al "el café para todos", una de las frases más repetidas durante el acto. "No se puede decir que Cataluña no puede avanzar porque otras deben seguir", añadió. Un alumno le contestó que no le parece justo que Cataluña tenga competencias en prisiones y que "los ciudadanos catalanes puedan decidir sobre sus prisiones y las del resto de España porque también tienen votos en Madrid". "Se debería aprobar una realidad acomodable para todos", afirmó. Homs replicó que su partido "no niega nada a nadie".

Otro estudiante preguntó a la portavoz de ERC, dado que este partido es soberanista: "¿Renuncian a ello o el nuevo Estatuto puede dar lugar a la independencia?". Dellunde explicó que aceptaron un Estatuto dentro del marco constitucional a raíz de que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, prometiera (en la campaña electoral de 2004) que aceptaría la reforma que fuera aprobada con un amplio consenso en el Parlamento catalán. Aunque Dellunde afirmó que no renuncian a que en un futuro se reforme la Constitución para definir el Estado español como plurinacional.

La mayoría de los aspirantes a políticos se mostraron a favor de que Cataluña sea definida como nación. Un nutrido grupo criticó al PP por negarse a que el proyecto fuese admitido a trámite en las Cortes y por afirmar que ETA tutela el Estatuto.