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La OCDE y la Unión Europea reclaman al BCE que no suba los tipos

El organismo internacional prevé un "crecimiento vigoroso" para España

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) presentó ayer sus previsiones de otoño y pidió al Banco Central Europeo que no suba los tipos de interés de la eurozona, porque supondría poner en marcha una tendencia al alza del precio del dinero que pondría en peligro la recuperación económica. En ese sentido se pronunció el presidente del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker, para el que "los indicadores de la inflación no son tan preocupantes como para desencadenar una reacción de política monetaria".

Una subida de los tipos, según la OCDE, sólo estaría justificada si se produjera un incremento importante de los salarios y la inflación subyacente. Un escenario que tiene posibilidades de producirse si se rompe la actual estabilidad del precio del crudo y asistimos a una nueva subida como la de los últimos dos años.

Sin mencionarlo, y pese a insistir en todo momento en que no es la intención de la OCDE polemizar con las autoridades monetarias europeas, el economista jefe de la OCDE, Jean Philippe Cotis, fue claro a la hora de pedir al BCE que no suba los tipos -actualmente en el 2%- en la reunión que debe tener lugar mañana en Francfort; justo lo contrario de lo que indicaban las últimas declaraciones del presidente del BCE, Jean-Claude Trichet, y de la mayoría de los analistas. Según Cotis, una subida de los tipos "no tiene importancia si no marca la tendencia de una secuencia de alza a largo plazo". Si el BCE se limita a una sola subida con el pretexto de prevenir un brote inflacionario, no afectará al crecimiento, "pero tampoco tendrá ningún efecto sobre la inflación", ironizó.

La OCDE considera que lo apropiado es "mantener los tipos de interés hasta que la actividad económica de la zona euro se haya asentado". Si bien el Indice de Precios al Consumo interanual está en estos momentos por encima del punto óptimo de 2%, la inflación subyacente sigue siendo baja. El peligro de que el impacto de los precios de la energía, consecuencia del petróleo, acabe por hacer mella en la inflación, no es "lo suficientemente elevado para justificar una subida de los tipos de interés en un futuro inmediato", asegura la OCDE.

Por su parte, Jean-Claude Juncker, primer ministro luxemburgués y presidente del Eurogrupo -órgano que reúne a los ministros de Economía de la zona euro- aseguró ayer durante una comparecencia ante la comisión de Asuntos Económicos del Parlamento Europeo, que los miembros del eurogrupo no consideran imprescindible una subida del precio del dinero. No obstante, reivindicó la independencia del banco europeo y estimó que si la institución que preside Jean-Claude Trichet opta por una subida de tipos, eso significará que las previsiones de crecimiento son los suficientemente fuertes como para soportar la subida. "En el caso de que el BCE incrementase los tipos, creo que lo haría de tal forma que el crecimiento económico no se resintiese", explicó Juncker a los periodistas al término de su intervención. Explicó a los europarlamentarios que a pesar de que la tasa de inflación en la zona euro ha sido relativamente alta en los últimos dos meses -2,6% en septiembre y 2,5% en octubre- este incremento se debe a la subida del precio del petróleo y a "ciertas subidas de impuestos".

El comisario de Asuntos Económicos, Joaquín Almunia, minimizó los riesgos de una espiral inflacionista, aunque no pidió directamente que no suban los tipos.

Revisión al alza

La OCDE, por otra parte, dio ayer sus previsiones de otoño, en las que subraya que los países desarrollados han aguantado remarcablemente bien el "choque del petróleo" y sus economías crecen. Las previsiones de crecimiento para los 30 países miembros son de un 2,7% para este año y de un 2,9% para 2006.

Según la OCDE, la zona euro crecerá un 1,4% este año, un 2,1% en 2006 y un 2,2% en 2007, lo que define como "una recuperación moderada". Las exportaciones netas crecerán un 0,2% en 2006 y un 0,1% en 2007 y el consumo interno progresará en función de la renta disponible. La inflación volverá situarse por debajo del 2% a lo largo de 2006. La OCDE es muy crítica con las políticas fiscales expansivas de los Gobiernos de algunos grandes países europeos.

Sobre España, la OCDE apunta que "el crecimiento debe seguir siendo vigoroso", próximo de la tasa potencial de algo más del 3%, gracias "al dinamismo de la demanda interior y a una cierta mejora de las exportaciones". La inflación, añade, debería "moderarse", aunque persistirá el desfase respecto a la media europea, lo que podría "erosionar aún más la competitividad". La sobrevaloración del precio de la vivienda, una constante en los informes de la OCDE, sigue afectando a España, Irlanda y el Reino Unido.

Alemania, según el informe, está en fase de recuperación en buena parte gracias a la demanda exterior, porque tanto el consumo doméstico como la inversión no acaban de despegar. La primera economía europea crecerá un 1,1% este año, un 1,8% en 2006 y un 1,7% en 2007. Francia, un 1,6% en 2005, un 2,1% en 2006 y hasta un 2,2% en 2007. Italia, que estaba en recesión, también se recuperará.

En cuanto a Estados Unidos, la OCDE le atribuye este año un crecimiento del 3,6%; en 2006, del 3,5% y en 2007, del 3,3%. Japón registrará un aumento del 2,4% del PIB este año y del 2% en 2006 y 2007.

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