'La nit de les tiraes'
La nit de les tiraes es una noche de caza de los patos (els pardals de la tirà) en los campos de arroz de Sueca. Las aves migratorias que vienen del norte de Europa hacia África estacionan en el parque de L'Albufera y los cazadores se disponen a detener su vuelo y convertirlo en un arroç caldós o una paella amb pato de la tirà, lo que constituye un manjar especial de la gastronomía de la ribera del Xúquer. Alrededor de ese ritual, tan poco ecológico, los suecanos desde tiempo inmemorial han ido tejiendo una tradición la nit de les tiraes, para cenar juntos amigos y conocidos, ir a las casas de la playa, visitar los puestos de caza y disfrutar de la noche y del paisaje de los arrozales encharcados.
Este año, la sequía y la gripe aviar parecían haberse unido a los ecologistas para romper una tradición que subsiste de generación en generación. Sin embargo, la tarde del 18 de noviembre, ya al acercarme a Sueca empezó a llover y lo hacía intensamente cuando entré en la ciudad, lo que daba un característico aire de tirà a la noche. Tenía una invitación para la presentación en el Aula de Cultura del libro de Antoni Carrasquer i Artal: Bibliografía Suecana, editado por la Regidoria de Publicacions de l'Ajuntament de Sueca. El Aula de Cultura está en un edificio del carrer Mare de Deu, sede de la Biblioteca Municipal y cercano a Sant Josep nº 10, donde está la casa de Joan Fuster restaurada. Precisamente allí hay estos días una exposición conmemorativa de los 50 años de la publicación de El Descrèdit de la Realitat el excelente ensayo de Fuster sobre el arte moderno.
Carrasquer, desde hace muchos años bibliotecario de la Biblioteca Municipal de Sueca, ya estaba hablando cuando entré en la sala. Se notaba expectación y se seguían sus palabras con atención. Su relato de lo que significaban los 18 años de trabajo en la recopilación de todas las obras, literarias o no, escritas por suecanos y suecanas parecía interesar sobremanera a los asistentes, quizás sorprendidos por el trabajo de sus conciudadanos, del que no hubieran podido adivinar que fuera tan amplio y variado como el presentado y de sentirse, además, reconocidos en el mismo. El rigor y la profesionalidad del autor quedaban patentes en su empeño de dar cuenta de los posibles fallos de la obra -una historiadora suecana de la Universidad de Murcia que no consta en esta edición, por ejemplo- y su petición de ayuda para enmendarlos en ediciones posteriores. La amplitud de las fuentes consultadas y lo ambicioso del proyecto daban a entender que se trata de un proyecto abierto, aunque hay que decir que con lo hecho ya se podría calificar de exhaustivo. No faltaron las anécdotas, como la de su visita en 1992 al Archivo de Salamanca al que no pudo acceder, ni presentando sus credenciales de Bibliotecario, porque necesitaba un permiso especial y donde oyó, como de pasada, cuando vieron que venía de Valencia, que "viene de la zona roja". Carrasquer acabó su presentación pidiendo a la corporación municipal actual y a las venideras, la continuación del trabajo y deseando a todos los asistentes una bona nit de tiraes.
Lo fue sin duda. Una bona nit de tiraes significaba ahora comprender que la capacidad de memoria de los ciudadanos es un claro antídoto a la banalidad cultural... La gente salía contenta y dispuesta a irse a la típica cena pero sabiendo que disponer de gentes como Carrasquer y sus colaboradores así como de instituciones capaces de proyectar y realizar estos trabajos es un lujo que pocas ciudades se pueden permitir. Como lo fue tener a un escritor de la talla internacional de Joan Fuster ahí al lado, escribiendo, paseando, yendo y viniendo a echar el correo, "viviendo" en su pueblo. Porque una Bibliografía como la presentada, que reúne obras diversas y de gente dispersa con el denominador común de "ser de autores nacidos en Sueca", muestra una ciudad que se reconoce no solo en el disfrute gastronómico y de diversión, que también, sino que es capaz de aunarlo con claras aportaciones a la cultura de nuestro país y que logra una identificación consigo misma desde el callado trabajo de siglos del cultivo del arroz hasta el despegue industrial y turístico, pasando por los logros científicos y culturales en todos los ámbitos de los allí nacidos.
Josep Sorribes en su libro Un país de ciutats o les ciutats d'un País (Servei de Publicacions de la Universitat de València) decía de Sueca que le extrañaba que con los escritores que tenía no fuera capital cultural del País y lo atribuía a una soneguera ambiental. Habría que decir que, como esta nit de les tiraes ha mostrado, su apreciación es sólo una apariencia que puede confundir al viajero esporádico.
Neus Campillo es Profesora de Filosofía de la Universitat de València.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.