Ciudades del Magreb critican que Europa priorice a los países del Este

El desarrollo económico de los países del sur mediterráneo y más en concreto los del norte de África no es mejor que hace 10 años. Ésa fue la afirmación que realizaron ayer varios alcaldes en un debate prólogo a las sesiones de la Conferencia de Ciudades Euromediterráneas que se celebra hoy. Los alcaldes de Sfax (Túnez) y de Tánger (Marruecos) criticaron a Europa por priorizar el desarrollo de los países del Este y retirar empresas e inversión.

El más claro en ese análisis fue Derhem Daham, alcalde de Tánger: "En los últimos años los empresarios europeos están cerrando las fábricas y empresas que abrieron hace décadas. Las ubican en países como Rumania y el resto de la vieja Europa del Este. El resultado es que en ciudades del Magreb el desarrollo de la economía está en regresión". En parecidos términos se expresó Mohamed Hadj Taieb, alcalde de Sfax, la segunda ciudad de Túnez, quien señaló que el fenómeno de la deslocalización se está notando: "Si quieren evitar migraciones clandestinas hacia Europa, tendrán que ayudar al desarrollo de los países del sur del Mediterráneo". Y los dos coincidieron en que las expectativas que se fraguaron hace 10 años, en la primera reunión de la conferencia euromediterránea, no se han cumplido. El criterio de que la única forma de mejorar el desarrollo de los países del sur del Mediterráneo es desprotegiendo la economía europea -sobre todo la agraria- fue compartido por el alcalde de Barcelona, Joan Clos, quien afirmó: "La situación es preocupante y se necesita un cambio de marcha".

En la mesa redonda también participó el alcalde de Turín, Sergio Chiamparino. Es una ciudad que históricamente ha acogido oleadas migratorias. El 10% de su población es de origen extracomunitario. Explicaba que como alcalde está bastante satisfecho del programa que ha desarrollado, basado en tres ejes: empleo, vivienda y educación. "Estamos en un momento muy importante de inversión en obra pública, porque además de la villa olímpica

[la ciudad será sede de los Juegos de invierno el año próximo], se esta construyendo el metro y el tren de alta velocidad, y es un sector en el que trabajan más extracomunitarios". Con todo, reconoció que hay problemas, como lo que denominó "microcriminalización" -básicamente tráfico de drogas, prostitución y explotación de menores-, que está haciendo daño al proceso de integración de los emigrantes extracomunitarios. Tanto el alcalde de Turín como Clos señalaron que ninguna de las dos ciudades reúne las condiciones para que puedan sufrir un estallido violento como el que ha sacudido buena parte de las ciudades francesas. "Sinceramente, no lo creo, pero el riesgo existe y hay que aplicarse", concluyó Clos.