España pierde competitividad frente a sus socios comerciales

La economía española sigue perdiendo competitividad frente a todos sus grandes socios comerciales. El índice de competitividad que elabora el Ministerio de Industria, que compara el precio de las exportaciones españolas respecto a otros países, empeoró un 1,3% frente a la zona euro en el segundo trimestre en comparación con idéntico periodo del año pasado. Mientras, la cuota exportadora española cayó un 5,78% durante 2004.

La pérdida de competitividad, uno de los principales problemas que afronta la economía española, se debe a la elevada inflación (un 3,5% en octubre, frente al 2,5% de la zona euro, principal destino de las exportaciones españolas), que encarece las ventas de los empresarios en el exterior. Además, ha contribuido a que el déficit exterior de la quinta economía europea se encuentre en máximos históricos.

El índice de competitividad de Industria también empeoró en relación con los Quince: así la pérdida de competitividad acumulada de la economía española entre junio pasado y junio de 2004 fue del 1,4%, también por el diferencial de precios, aunque influyó además la apreciación del euro.

En cuanto a los 30 países más industrializados, que integran la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE), la pérdida de competitividad frente a estas economías fue del 0,6% entre junio pasado y el mismo mes del año anterior.

Mientras, el peso de España en el comercio internacional se reduce. La cuota real de las exportaciones españolas en el mundo fue del 1,77%, frente al 1,87% de 2003 y el 1,87% de 2001. El balance de los últimos 10 años (1995-2004) es más positivo: la cuota real de exportación ha crecido un 9,31%. Sin embargo, este crecimiento se queda pequeño al lado del aumento de China, del 180%.

El propio vicepresidente y ministro de Economía, Pedro Solbes, es consciente de la debilidad del modelo económico español. "Nuestro modelo actual probablemente no es sostenible y, al estar basado en aumentos de la población, tiene un potencial limitado para elevar la renta por habitante española", indicó ayer ante un grupo de empresarios reunidos en el pleno de las Cámaras de Comercio, informa Lucía Abellán.

Una pieza fundamental para revitalizar el crecimiento es la investigación y la innovación empresarial. Solbes destacó la incidencia de este elemento en la productividad del país y atribuyó su escaso desarrollo a "las bajas tasas de gasto" en I+D. Solbes pidió a las Cámaras de Comercio un esfuerzo en la atención prestada a la innovación y se mostró partidario de que la iniciativa privada tome las riendas en este terreno. "Todo aquello que sea autofinanciable, que se haga", indicó.

Según un informe presentado ayer por el Instituto de Empresa y Adecco, la economía española ocupa la 14ª posición en competitividad de Europa, mientras Suecia está en cabeza.