Montilla rechaza dimitir y recuerda que al PP también le han perdonado deudas millonarias

La sesión de control al Gobierno tuvo ayer una finta sobre la Ley Orgánica de Educación (LOE), en términos inusualmente duros por parte del presidente, José Luis Rodríguez Zapatero, hacia el líder de la oposición, Mariano Rajoy. Pero la pieza que intentó cobrarse el PP no era la ministra de Educación, sino el titular de Industria, José Montilla. Éste aseguró que seguirá ejerciendo sus responsabilidades y recordó al PP unas cuantas operaciones de condonación de deudas de su partido, como la que ha hecho La Caixa con el PSC.

Cuatro preguntas y una interpelación sobre el ministro de Industria, mencionando insistentemente "el caso Montilla" y con dos flancos de ataque: su actuación como primer secretario del PSC y la deuda del partido con La Caixa y los ataques del ministro a algunos medios de comunicación que el PP califica de agresión a la libertad de expresión. Y como fondo, la OPA de Gas Natural sobre Endesa, a la que el PP se opone frontalmente, tanto como para que el ministro ironizase en algún momento pidiendo explicaciones por el gran interés de los populares en ese asunto.

Fernández de la Vega respalda a Montilla y afirma que "es un buen ministro y un hombre ponderado"

Acebes asegura que el primer secretario del PSC "no ha actuado con transparencia, y menos con objetividad"

El PP acusa al ministro de Industria de un "desprecio a la ética pública que contamina al Gobierno"

"Búsquese a otro"

La tarde se abrió con una pregunta de Rajoy sobre la LOE y le ofreció a Zapatero un pacto "en serio y de verdad sobre educación". Mencionó la manifestación del pasado día 12 y cifró los asistentes en un millón, calificándola como una "de las más importantes" de la historia moderna y lanzó algún golpe a Zapatero, al reprocharle que en su reunión con los convocantes de la manifestación "como de costumbre, no se comprometió a nada" o dudando de su amor a España: "Si tiene un poco de patriotismo...".

Zapatero, en esta ocasión, contestó con gran dureza. Argumentó que la educación en España ha dado un gran salto durante la democracia, pese a que haya habido ministros como Rajoy, "durante 15 meses", "del que nadie se acuerda". "Ni usted se acuerda", le dijo, e inmediatamente garantizó que los padres que lo deseen tendrán educación religiosa para sus hijos en la escuela, pero terminó en tono de claro enfado: "Si se trata de marginar a la escuela pública o de imponer la religión, búsquese a otro".

Luego llegó lo que el PP ha acuñado como "el caso Montilla". Ángel Acebes y Eduardo Zaplana preguntaron a la vicepresidenta, María Teresa Fernández de la Vega.

Los disparos fueron de todos los calibres. Según Acebes, la continuidad de Montilla "es un desprecio a la ética pública que contamina al Gobierno"; ha lanzado "insultos", "de manera vergonzosa y prepotente"; "infringe los principios de conducta" del Código de Buen Gobierno, dictado por el Ejecutivo socialista; "no ha actuado con transparencia y menos con ejemplaridad".

Zaplana insistió mucho por el lado mediático. Citó a Montilla, que ha hablado en las últimas semanas de "bazofia informativa", "caverna mediática" y ha calificado de "amorales" y "mentirosos" a algunos periodistas, y aseguró que tales expresiones son "inadmisibles en un sistema democrático".

Zaplana añadió que "el problema no son los periodistas". "El problema es que quien es responsable de la regulación, el ministro de Industria, no puede amenazar a los medios e insultar a los profesionales. El problema de nuestra democracia, desgraciadamente, vuelven a ser ustedes".

Fernández de la Vega fue contundente en la defensa de Montilla: seguirá en el Ejecutivo porque "es un buen ministro y un hombre ponderado". Luego anunció hasta 19 razones para mantenerlo en el cargo y comenzó a enumerar leyes o actuaciones promovidas por Montilla. La primera, la ley de comercio para evitar la morosidad en los pagos. En ese momento el PP optó por la burla y comenzó a corear con un "bien", "bien", cada mención de la vicepresidenta. El presidente del Congreso, Manuel Marín, tuvo que intervenir en varias ocasiones para pedir silencio.

A Zaplana, Fernández de la Vega le recordó algunos de los insultos que desde el PP se han dirigido a Zapatero y concluyó: "O gobiernan ustedes", le dijo, "o sólo vale la crispación".