El desacuerdo aparca la discusión sobre la definición de Cataluña

El Gobierno y los partidos catalanes han decidido aplazar el debate sobre la definición de Cataluña en el proyecto de Estatuto tras constatar el desacuerdo que mantienen, según fuentes gubernamentales. Los partidos catalanes consideran innegociable el término nación para definir Cataluña y el Gobierno rechaza esa denominación. Esta cuestión se ha tratado en algunos de los contactos bilaterales que han mantenido en los últimos 15 días.

Los negociadores del proyecto de Estatuto de Cataluña han optado por aplazar los dos asuntos más espinosos -la denominación de Cataluña en el Estatuto y el modelo de financiación- y avanzar, alternativamente, en el amplio capítulo competencial, que presenta "expectativas de acuerdo".

El conseller de Relaciones Institucionales de la Generalitat y representante de ICV, Joan Saura, aseguró ayer que la denominación de Cataluña como nación en el Estatuto es "innegociable" y rechazó la fórmula alternativa de "identidad nacional" planteada por el Gobierno.

Tanto Saura como el representante de ERC en la negociación, Joan Ridao, comunicaron su rechazo a la fórmula gubernamental al secretario de Estado de Relaciones con las Cortes, Francisco Caamaño, en los primeros encuentros bilaterales mantenidos hace más de una semana. Pese a todo ello, el portavoz del PSOE en el Congreso, Alfredo Pérez Rubalcaba, negó ayer que los partidos catalanes le adelantaran su rechazo. "Ni lo he propuesto ni nadie me ha dicho que no lo acepta", declaró ayer Rubalcaba. El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, apostó en el Congreso por la fórmula: "Cataluña tiene identidad nacional".

Los negociadores avanzan en el apartado referido a las competencias. El Gobierno central asume que las leyes de bases han cercenado en los últimos años las posibilidades legislativas que la Constitución y los estatutos conceden a las comunidades. El Ejecutivo central entiende que la detallada y farragosa relación de competencias que recoge el proyecto estatutario responde a que los legisladores catalanes quieren proteger el Estatuto de la "invasión sobre sus competencias de las leyes de bases". El Ejecutivo, aunque entiende esta posición, también estima que su resultado es "abusivo".

Por ello, la negociación está centrada en analizar competencia por competencia y su delimitación sobre si es exclusiva del Estado, de la comunidad autónoma o compartida. "La negociación avanza con expectativas de acuerdo", señalan las fuentes gubernamentales consultadas.

En cuanto al modelo de financiación, que se apunta como el asunto más problemático de la negociación, el vicepresidente económico, Pedro Solbes, trabaja en una fórmula basada en los "espacios fiscales propios". Solbes, que ha mantenido conversaciones bilaterales con los partidos catalanes, admite que la LOFCA recoja una cláusula de salvaguarda de la suficiencia financiera.

Reunión oficial

El Gobierno pretende reunir al plenario de la negociación a mediados de diciembre para hacer balance de las conversaciones bilaterales y establecer el horizonte negociador. A la reunión asistirán los tres representantes del Gobierno y PSOE con los cuatro de los partidos catalanes. El portavoz de ERC en el Parlamento catalán, Joan Ridao, dio ayer su conformidad a la reunión porque se han producido "avances significativos" que la aconsejan. "Cualquier posible acuerdo será con los partidos catalanes o no será". No es ésa la posición de CiU. Su portavoz, Felip Puig, dijo ayer: "Todavía estamos en la fase de exploración".