Sadyt descubre sus oasis en el desierto

Sadyt, empresa de tecnologías del agua del grupo Sacyr Vallehermoso, ha multiplicado por tres su facturación en sus diez años de vida y cuenta ya con una cartera de pedidos en firme, nacional y sobre todo internacional, que le va a permitir multiplicar por cinco como mínimo su actual cifra de negocios. China, dónde ya está presente en Macao, y las tecnologías de obtención de aguas de extrema pureza para usos en la industria de precisión, son sus nuevos desafíos, según su consejero delegado, Manuel Rubio Visiers.

"Hace diez años, cuando creamos Sadyt, sólo Luis del Rivero

China, dónde ya está presente en Macao, y las tecnologías de agua industrial de extrema pureza, son sus nuevos desafíos

[el actual presidente del grupo Sacyr Vallehermoso] y yo creíamos en el proyecto", señala Manuel Rubio, consejero delegado de la firma, "y hoy tenemos asegurado con pedidos en firme multiplicar por cinco como mínimo, y digo como mínimo porque hay varios proyectos pendientes de adjudicar y que podríamos ganar en próximas semanas, nuestra facturación en dos años".

Sadyt, integrada hoy en Valoriza, el grupo de servicios de agua, energía y medio ambiente de Sacyr Vallehermoso, es una compañía que diseña, construye, investiga, mantiene y explota los sistemas de tratamiento de aguas. Ha desarrollado tecnologías y soluciones propias en membranas de filtración y en desalación de aguas para todo tipo de usos y consumos.

Sadyt, que factura ahora 10,5 millones y cuenta con una plantilla de unas 40 personas, ingenieros y químicos en su mayoría, "va a tener que ampliar y mucho todos sus recursos, incluídos los humanos, para hacer frente al fuerte cfecimiento de los dos próximos años", señalan fuentes del grupo.

"Una de las nuevas líneas de actuación en las que hemos entrado recientemente y que queremos desarrollar más", explica Rubio, "es en el desarrollo de tecnologías e intalaciones para la depuración y obtención de aguas de extrema pureza que cubra las estrictas exigencias de calidad que requieren determinados procesos industriales como por ejemplo la fabricación de semiconductores, las centrales eléctricas de ciclo combinado para la refrigeración de su circuitos o la industria farmacéutica".

Sadyt diseña y comercializa también sistemas de depuración de aguas residuales industriales con vertido cero, como los que tiene instalados en plantas de cogeneración andaluzas, que permiten su reutilización por la misma industria o su vertido.

Sadyr ha desarrollado también reactores biológicos de membrana, que según Rubio "son la tecnología más avanzada en el tratamiento de agua residual, con un rendimiento muy elevado que favorece su reutilización, produciendo menos fangos y oupando una superficie muy inferior".

Argelia, China e India

El crecimiento exponencial en cifra de negocios y en la internacionalización de sus actividades lo debe Sadyt, en gran medida, al programa de desaladoras de Argelia. La filial de Sacyr, que integra el consorcio GEIDA junto a filiales de los ta,mbién grupos españoles Abengoa y ACS, se ha adjudicado tres grandes instalaciones de desalación:

La construcción y explotación durante 25 años de una planta en Sikikda, próxima a la frontera de

Túnez, que producirá agua potable para abastecer a 500.000 personas. La inversión para su desarrollo asciende a 110 millones de dólares.

Mayor es aún la capacidad de desalación de la planta que se ha adjudicado el consorcio español en Beni Saf, en las proximidades de la ciudad de Orán. Producirá agua potable para 750.000 personas y la inversión prevista para su desarrollo se eleva a160 millones de dólares.

Estos dos proyectos de desalación de agua del mar, según Sadyt, van a reportar en conjunto al consorcio por la venta de agua durante los 25 años de la concesión más de 1.340 millones de dólares.

Hace unas semanas, a finales de octubre, el Gobierno argelino adjudicó a Geida la construcción y explotación de una tercera planta de desalación de agua de mar en Temclem-Hounaine, también en las cercanías de Orán, que es todavía más grande que las anteriores y requiere un monto de inversión de 180 millones de dólares.

Sadyt, que está presente también en Macao y explota dos desaladoras a través de CESLA, compañía integrada tras la compra por Sacyr del grupo portugués Somague, ha abierto sede en China continental y está desplegando una red comercial propia en este gigantesco mercado. Es una de sus prioridades exteriores, junto a India dónde aspira a un contrato de depuración de agua para BP.

En España, este mismo mes de noviembre, Sadyt se ha adjudicado también, dentro de una unión temporal de empresas con Sociedad Anónima de Depuración y Tratamientos, la mayor desaladora de Baleares, en Alcudia (Mallorca), que está presupuestada en 61,9 millones de euros.

Relevancia tecnológica

Y en los próximos días, aunque en Sadyt no quieren vender la piel del oso antes de cazarlo, la filial de Sacyr, que está bien clasificada, podría ser adjudicataria también de la mayor planta de desalación y purificación del mundo en aguas con trihalomentanos [compuestos orgánicos que aparecen en el agua potable tras ser sometida cloración en presencia de sustancias húmicas, potencialmente cancerígenos], en Cataluña. La planta, destinada al tratamiento de aguas del río Llobregat, tiene relevancia económica y sobre todo tecnológica.