El presidente de Cajasur anuncia una "revisión total" de la caja tras volver a la tutela de la Junta

El sacerdote Juan Moreno, presidente de Cajasur, anunció ayer que tras la vuelta de la entidad a la tutela de la Junta de Andalucía, proceso que culminó ayer con la formación de la nueva Asamblea General y el nuevo Consejo de Administración, se pone en marcha un "plan estratégico a tres años" que persigue una "revisión total" de la caja. Moreno, que estará al frente de la entidad hasta el siete de enero de 2007, dijo que el plan incluirá también cambios en la cúpula directiva. Moreno quiso dejar claro que en el tiempo que le queda de mandato no va a actuar como si fuera un "interino".

La nueva Asamblea General de Cajasur, configurada a partir de los acuerdos alcanzados entre la Junta y la Iglesia católica, quedó constituida ayer por la mañana en Córdoba. Inmediatamente después de cerrarse esa sesión constituyente, el nuevo Consejo de Administración, en el que por primera vez hay mujeres, en concreto tres, celebró una reunión. No hubo sorpresas y los consejeros pactados entre PSOE, PP, IU y la Iglesia resultaron elegidos.

Tras estas dos reuniones, Juan Moreno acudió a una conferencia de prensa en la que dijo que "no hay duda alguna" de que seguirá como presidente hasta que cumpla los 75 años, el siete de enero de 2007, fecha en la que deberá jubilarse.

Cuando fue nombrado presidente, en julio de este año, no estaba claro si permanecería en el cargo sólo hasta noviembre o hasta que cumpliera los 75. Pero, en una reciente reunión entre el obispo de Córdoba, Juan José Asenjo, y el consejero de Economía, José Antonio Griñán, se decidió que Moreno continuara en su puesto.

El sacerdote explicó ayer que, a partir de ahora, se pondrá en marcha un "plan estratégico" que busca "una revisión total de todos y cada uno de los aspectos de la entidad". Según informó, los cambios también afectarán al organigrama de directivos de la caja.

"Mientras esté, estoy"

El plan, afirmó el presidente de Cajasur, está pensado para tres años, por lo que él sólo estará al frente de la caja la mitad de ese tiempo. Sin embargo, quiso dejar claro que, pese a que ya está fijada la fecha de su salida, no está en una situación de "interinidad". "Mientras esté, estoy", dijo golpeando levemente con la palma de la mano la mesa que estaba delante.

En la comparecencia ante los medios, Moreno estuvo flanqueado a su izquierda por Salvador Blanco, el socialista que será vicepresidente ejecutivo de la caja. En el otro flanco, Moreno tenía al otro vicepresidente, el canónigo Fernando Cruz-Conde, al que se le adjudica el papel de favorito en la sucesión del reelegido presidente.

Era la imagen de la nueva correlación de poder en la caja. Cruz-Conde ocupa el cargo en representación de la Iglesia y Blanco, en representación de la Diputación provincial. Las dos instituciones son consideradas fundadoras de la caja. En medio, Moreno, del que Salvador Blanco dijo que es un hombre de "consenso".

"Paz, serenidad y alegría" es lo que, según Moreno, se respiró ayer en Cajasur. Blanco recordó como, hace un año, cuando Griñán y Asenjo firmaron los pactos para que Cajasur volviera a la tutela de la Junta, parecía casi imposible que en estas fechas pudiesen solucionarse todos los flecos para la constitución de la nueva Asamblea general. "Hemos pasado por situaciones difíciles y complicadas", dijo en referencia a los meses de transición.

Blanco agradeció "la colaboración de todos los partidos políticos, instituciones, impositores, y el personal que ha hecho posible" que se pueda culminar el proceso abierto en diciembre de 2004. En su opinión, el diálogo ha sido clave. Cruz-Conde también destacó "el gran entendimiento que existe entre todas las instituciones" e insistió en recuperar el espíritu fundacional de la entidad basado en estar al servicio "de las clases más necesitadas".