La crisis entre México y Venezuela crece con la retirada de embajadores

Las relaciones entre México y Venezuela han quedado rebajadas a la mínima expresión, a nivel de encargados de negocios, tras la decisión adoptada ayer por los Gobiernos de ambas naciones de retirar a sus embajadores respectivos. Se agrava de este modo la crisis que enfrenta a los presidentes -Hugo Chávez y Vicente Fox- desde la reciente Cumbre de las Américas celebrada en la ciudad argentina de Mar del Plata.

La tensión entre los dos Gobiernos era manifiesta desde la noche del domingo, cuando la Cancillería mexicana dio un ultimátum de 24 horas a Chávez para pedir disculpas por unas declaraciones consideradas ofensivas para "la dignidad del pueblo mexicano". En caso contrario, se procedería a retirar el embajador en Caracas. La semana pasada, dentro del clima de recriminaciones mutuas, Chávez había llamado a Fox "entreguista y cachorro del imperio norteamericano".

La respuesta del Gobierno de Venezuela no se hizo esperar. A media mañana, el ministro de Exteriores, Alí Rodríguez, dio una vuelta de tuerca a la escalada de la tensión al adelantarse a la amenaza mexicana y anunciar la retirada del embajador en Ciudad de México, Vladimiro Villegas.

El comunicado oficial leído por el canciller venezolano califica de "agresión sin sentido el ultimátum del Gobierno de México", y endilga toda la responsabilidad de la crisis a Fox, a quien acusa de atacar pública y reiteradamente la posición de Chávez contra el Área de Libre Comercio para las Américas (ALCA), patrocinada por EE UU. De la exigencia mexicana de disculpas el ministro no dijo ni palabra.

El presidente Fox declaró ayer que "no se pueden aceptar las ofensas a nuestro país ni a la dignidad del pueblo de México". Pero no quiso ir más allá. "Son asuntos que no tienen nada de personal. No se trata de Chávez ni de Fox", respondió cuando se le preguntó por las declaraciones que el gobernante venezolano hizo el domingo en el programa Aló presidente.

Copla del llano

Jugueteando con la ironía, Chávez recurrió a una copla del llano venezolano para decirle a su homólogo: "No se meta conmigo, caballero, porque sale espinado [escarmentado]". Nada de ataques personales, repetía ayer Fox. "Mi discusión es sobre temas. Defiendo con pasión el libre comercio. América debe configurarse como un poderoso bloque económico", dijo al recordar que 29 de los 34 países estaban en Mar del Plata de acuerdo en poner en marcha el ALCA.

Ésta es la razón de fondo del enfrentamiento, en el que también intervino la semana pasada el presidente argentino, Néstor Kirchner. Los países del Mercosur (Brasil, Argentina, Uruguay y Paraguay) más Venezuela se oponen al ALCA en las condiciones actuales por considerar que dañaría los intereses de la región mientras EE UU mantenga el proteccionismo agrícola.

"No tiene ninguna justificación la posición asumida por el presidente Fox, respetamos al pueblo mexicano. Estamos en un debate y confrontación de ideas. No es una agresión ni ninguna ofensa al pueblo mexicano", replicó el ministro venezolano Alí Rodríguez.

Hasta la intervención radiotelevisada de Chávez el domingo, el diferendo entre los dos países parecía encauzarse por la vía diplomática, después de que los cancilleres mantuvieran varios contactos telefónicos. Pero, al mismo tiempo, se temía una nueva andanada del gobernante venezolano, quien volvió a la carga para echar más leña al fuego. Acusó a Fox de "sangrar por la herida" tras la supuesta derrota de la propuesta del ALCA en la cumbre.