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REVUELTA URBANA EN FRANCIA

Chirac achaca la rebelión al "veneno de la discriminación" en los barrios marginales

El presidente afirma que en Francia hay "una crisis de fondo, una crisis de identidad"

El presidente francés, Jacques Chirac, se dirigió ayer a los franceses a través de la radio y la televisión en una declaración solemne que duró casi 15 minutos, y señaló al " veneno de la discriminación" como el principal elemento de fondo en la rebelión de los jóvenes de los barrios. Chirac, que intentó ofrecer una imagen cálida, como la de un padre preocupado por su familia, aseguró que lo sucedido en Francia pone en evidencia "una crisis de fondo, una crisis de identidad". Chirac anunció también la creación de un servicio civil voluntario que funcionaría como cadena de integración para los jóvenes.

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Al igual que en las dos ocasiones en las que se ha pronunciado en estos últimos 18 días, el presidente puso por delante la necesidad de restablecer el orden y acatar las leyes como condición previa para reflexionar sobre los problemas que esta rebelión ha puesto en evidencia. "Cuando se pertenece a una comunidad nacional se deben respetar las reglas", dijo. "Las familias deben responsabilizarse y quienes no quieran hacerlo deben ser sancionados", añadió.

En un breve guiño a su derecha política se refirió a la inmigración ilegal, al trabajo clandestino y a las mafias que controlan el tráfico de personas, por más que los protagonistas de esta revuelta sean en su inmensa mayoría ciudadanos franceses.

Pero lo esencial de su discurso se puede definir en una sola palabra: "Respeto". No era sino una manera de reconocer el fracaso real del modelo de integración francés, que tan buen resultado había dado a las sucesivas olas migratorias en las últimas décadas. "Está en juego el respeto de la ley y nuestra política de inmigración", dijo Chirac. Francia tiene problemas de justicia, falta de fraternidad, necesita la generosidad de todos para recuperar un "sentido de la pertenencia", aseguró. "Quiero decir a los chicos de los barrios difíciles, sea cual sea su origen, que todos son hijos de la República", dijo el presidente en tono épico. "No construiremos nada duradero con racismo ni con discriminación, debemos reconocer la diversidad de Francia; el deber de la República es ofrecer a todos las mismas oportunidades".

El presidente, sin embargo, se aferró una vez más al estricto modelo republicano, rechazando implícitamente la posibilidad de establecer algún tipo de discriminación positiva respecto a los grupos que más padecen la discriminación: los magrebíes y subsaharianos protagonistas de esta revuelta. Francia tiene diversidad y hay discriminación, sí, pero para Chirac es más un problema relacionado con "determinados territorios" -los barrios- que con el origen étnico o geográfico.

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"Lógica injusta"

"Las empresas y organizaciones sindicales deben movilizarse también sobre la cuestión esencial de la diversidad y del empleo de los jóvenes provenientes de los barrios difíciles", pero "no es cuestión de entrar en una lógica de cuotas que señala con el dedo, en cierto modo, a quienes se benefician y es injusta para aquellos que no tienen derecho a ella".

En este sentido, Chirac anunció planes de rehabilitación para los barrios que crean esta discriminación, de modo que se rompa con la lógica del gueto, y pidió que se aplique realmente la ley que impone a los municipios tener una oferta mínima del 20% de viviendas sociales. "No saldremos de esta situación si no hay coherencia entre el discurso y la acción", añadió.

Los franceses tienen que implicarse en la lucha contra el "veneno" de la discriminación, dijo gráficamente Chirac, al tiempo que anunciaba que mantendrá reuniones con responsables de los medios de comunicación. Una de las críticas que más se ha escuchado estos días al modelo social francés es la ausencia casi absoluta de miembros de las minorías en los medios de comunicación.

Ya en términos más concretos, Chirac, que por primera vez desde el inicio de la crisis se extendía sobre los problemas de fondo de la sociedad francesa, anunció la creación de un "servicio civil voluntario" para los jóvenes de los barrios difíciles que funcionará tanto acompañando en el proceso de formación como en el camino hacia el empleo y que el próximo año se ofrecerá a 50.000 jóvenes.

El mismo Chirac se reunirá con los representantes de los interlocutores sociales. Desde el inicio de los disturbios, Chirac sólo había hablado públicamente sobre los acontecimientos en dos ocasiones: brevemente el día 6 tras declarar el estado de emergencia, y algo más extensamente en la conferencia de prensa del pasado jueves junto al jefe del Gobierno español José Luis Rodríguez Zapatero.

El presidente francés, Jacques Chirac, durante su intervención de ayer radiotelevisada.
El presidente francés, Jacques Chirac, durante su intervención de ayer radiotelevisada.REUTERS

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