José María Merino llena de angustia y desasosiego 'Cuentos del libro de la noche'
El escritor publica 85 microrrelatos acompañados de dibujos realizados por él mismo
Relatos fantásticos u oníricos, reales o imaginarios, despiertos o dormidos se esconden y emergen de las páginas de Cuentos del libro de la noche (Alfaguara), de José María Merino (A Coruña, 1941), un libro de microrrelatos acompañados de ilustraciones realizadas por el propio autor. "Necesitaba embarcarme en esa doble aventura: por un lado, crear relatos muy breves que son a la vez destellos nocturnos de la intuición y el sueño, y, por otro, poder volver a dibujar, algo que había hecho de joven y lo tenía un poco olvidado".
"La noche, la luna, la ausencia de luz y las sombras dan sentido a mi libro. Hay algún que otro relato con tintes de humor, pero los menos", indica el autor. Los escritos de Merino recogen imágenes de momentos de insomnio y duermevela teñidas de pinceladas de fantasía. "...Nunca enciendo las lámparas, llevo en la mano una linterna pequeña. Su resplandor escaso, subrepticio, me ayuda a encontrarlos, a veces...", escribe José María Merino en Página primera. El autor entiende que la noche es "un espacio cargado de significado y de profunda riqueza literaria. Es oscuridad, la muerte, el sueño, el ensueño, lo desconocido, en definitiva, un universo onírico lleno de inquietud y en ocasiones de angustia". Y eso provocan la mayor parte de los breves escritos de Merino.
Aspectos negativos
La sociedad en la que vivimos, dice el autor de los textos, "no está acostumbrada a convivir con los aspectos más negativos de nuestra existencia, nos cuesta convivir con la muerte". Cuentos del libro de la noche es el resultado de dos años de trabajo en los que Merino ha ido reuniendo historias que se le han ido ocurriendo durante la noche, mientras descansaba, o cuando se despertaba. "No soy una persona capaz de dormir de un tirón y cuando despierto recuerdo imágenes y las he ido anotando para poder plasmarlas en un libro".
Cuentos del libro de la noche mantiene una estructura similar a la del paso del tiempo durante las horas sin luz. "Un espacio de la sombra, del fantasma, de la muerte. En los microrrelatos hay algunas historias que me contaron y ciertos homenajes a temas clásicos, desde la Odisea a la Biblia, pasando por algunos cuentos de la tradición popular".
Merino entiende que embarcarse en la aventura de este nuevo libro "fue una apuesta personal. Necesitaba crear relatos breves porque se presta al experimento, te permite jugar con elementos diferentes. Fui realizando un diario de sueños que me permitió ir descubriendo lo que pasaba por mi mente durante las largas noches de duermevela. He comprobado que en la imaginación nocturna los temas se mueven y mezclan con mayor libertad. La ficción literaria es un espacio ideal para poner en entredicho la aparente apacibilidad de lo cotidiano. Lo fantástico debe ser una sacudida para lo rutinario".
Los microrrelatos van acompañados de ilustraciones porque, según apunta su creador, "sabía que para los textos necesitaba algún elemento que ayudase a dar ritmo a la lectura". Merino recuerda que cuando era joven fue muy aficionado al dibujo, al grabado y al collage y pensó que el libro era una buena excusa para retomar esa antigua afición. "Para cada cuento, que pertenece a la noche, hice durante el día su réplica iconográfica". Al escritor le pareció "estimulante y divertido recuperar la tinta china, las tijeras y las gomas de pegar y crear dibujos acorde a los textos. Es uno de esos caprichos que uno se permite con la edad. Además, igual que muchos cuentos son homenajes a temas de la cultura clásica y popular, muchas ilustraciones son homenajes a pintores e ilustradores de distintas épocas de la historia".
El nuevo proyecto literario del escritor pasa por la escritura de relatos de mayor extensión, aunque alguno puede llegar a convertirse en novela.
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