Un edificio ilegal será sustituido por un acantilado en Cabo de Gata

Para el próximo verano el Parque Natural de Cabo de Gata-Níjar contará con un motivo más para ser visitado: con un acantilado artificial y mirador en uno de los lugares más bellos del paraje. El bloque de 13 apartamentos cuyas obras fueron paralizadas en el año 1984 en el entorno de la Punta del Castillo de San José se transformará en un balcón al mar de piedra y madera. Se trata de un edificio al borde del Mediterráneo. La colaboración entre Ministerio de Medio Ambiente, la Junta y el Ayuntamiento nijareño permitirá dar una solución acorde a las características del paraje.

La restauración paisajística y creación de un mirador en el entorno de la Punta del Castillo en San José es un proyecto acariciado desde hace tiempo. Fue en 1984 cuando se iniciaron las obras para la construcción de 13 apartamentos, con garaje y piscina, en este lugar. Dichas obras fueron paralizadas y en la actualidad se trata de un edificio abandonado y en estado ruinoso, afectado por la servidumbre de protección establecida en la ley de Costas.

Rehabilitación

Ahora las tres administraciones han arrimado el hombro para rehabilitar y recuperar medioambientalmente el entorno por un importe de 415.000 euros. El proyecto, que será ejecutado por la Junta a través de la empresa pública Tragsa, comenzará en unas semanas y cuenta con un plazo de ejecución de seis meses. "Es un lugar privilegiado con unas vistas maravillosas, tremendas. Se ve la bahía de Genoveses y el parque natural. Para poder naturalizarlo vamos a utilizar plantas y rocas del propio parque. Plantas como el palmito, perejil del mar, margarita de mar, siemprevivas. Queremos que de la sensación de estar en un acantilado de mar", explicó el delegado de Medio Ambiente, Juan José Luque.

El objetivo es que, tras la actuación llevada a cabo, no hay rastro de que una vez hubo allí un edificio. Para ello, el Ministerio se encargará de la retirada de la estructura hasta la cota rasante del terreno natural por el método de trituración y corte del hormigón. Se empleará un aparato que, mediante presión hidráulica, triture y corte los materiales sin necesidad de la utilización de explosivos ni sistemas de empuje.

En total, se retirarán unos 7.400 metros cúbicos de residuos. Como consecuencia de las cimentaciones del edifico quedarán tres plataformas: una a nivel de calle, una intermedia y otra situada a unos tres metros sobre el nivel del mar. Estas plataformas se adecuarán como miradores naturales a los que se accederá mediante un sendero con escaleras de mampostería.

El proyecto también prevé la ubicación de bancos en piedra natural para que queden integrados en el paisaje. "Al final, el resultado será un mirador con unas vistas hacia el parque natural y, sobre todo, una zona verde de uso y disfrute naturalizada", remachó Luque.