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"Un chantaje horrible, pero lícito", según Hasán II

Hace exactamente 30 años, el 6 de noviembre de 1975, Hasán II lanzó sobre la frontera norte de la provincia española del Sáhara Occidental a 350.000 civiles marroquíes reclutados en todas las provincias de Marruecos. Entre ellos iban columnas militares, autoametralladoras y blindados. Las autoridades de Rabat denominaron Marcha Verde a la invasión porque verde es el color del islam. Su objetivo declarado era anexionar la provincia del Sáhara.

Franco agonizaba y el presidente del Gobierno, Carlos Arias Navarro, dudaba sobre qué decisión debía adoptar. Desde mediados de los años sesenta, España había desoído las demandas de la ONU, que exigía la celebración de un referéndum de autodeterminación y la descolonización del territorio. Ese retraso había propiciado la aparición de un movimiento independentista, el Frente Popular de Liberación de Saguia El Hamra y Río de Oro (Frente Polisario), que desde 1973 combatía en el desierto a los militares españoles. Al mismo tiempo, Marruecos había infiltrado a terroristas que hacían estallar bombas en las ciudades. La situación no podía ser más crítica.

Hasán II supo aprovechar la ocasión. Diez años después, el propio monarca declararía: "La Marcha Verde fue un chantaje horrible, pero un chantaje lícito y no condenable por ley alguna".

El 5 de noviembre, los Gobiernos de España y Marruecos pactaron que los manifestantes se internarían 10 kilómetros en el Sáhara, permanecerían allí 48 horas y después se retirarían. A las 10.47, hora local, los primeros marroquíes alcanzaron las alambradas de la frontera, las cortaron y rebasaron el puesto fronterizo de Tah, al este del territorio, que había sido abandonado por los españoles. Pero a las 18.00 horas, el ministro de Información marrorquí, Ahmed Taibi Benhima, advirtió al embajador español en Rabat, Adolfo Martín Gamero, de que la marcha seguiría adelante a menos que Arias se aviniera a negociar los detalles de la transferencia del territorio.

El Acuerdo de Madrid

El rey de Marruecos sólo aceptó disolver la marcha cuando, dos días más tarde, el ministro español de la presidencia, Antonio Carro, le entregó en Agadir un documento por el que España se comprometía a emprender las negociaciones de transferencia. El 14 de noviembre, los Gobiernos de España, Marruecos y Mauritania firmaron en Madrid el Acuerdo Tripartito, por el que España cedía el territorio a los dos últimos países: el norte a Marruecos y el sur a Mauritania. La validez del acuerdo nunca fue admitida por la comunidad internacional.

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En 1979, tras una dura guerra contra el Polisario, Mauritania se retiró del Sáhara. Marruecos invadió entonces el sur del territorio. Los enfrentamientos bélicos entre el Ejército marroquí y los guerrilleros del Polisario prosiguieron hasta 1991, año en que, a instancias de la ONU, ambos bandos firmaron un alto el fuego. Comenzó entonces el proceso para celebrar un referéndum de autodeterminación que, a día de hoy, sigue pendiente.

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